En el marco del Día Mundial del Asma, que se celebra el primer martes de cada mes de mayo, se propone sensibilizar sobre esta enfermedad crónica que puede afectar la salud de personas de todas las edades y que, aunque no tiene cura, se puede controlar para tener una buena calidad de vida.
Salud: la clave de identificar signos y factores desencadenantes del Asma
El camino al diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad, es la consulta para tratar efectivamente el Asma y cuidar la salud.
Cabe mencionar que la manifestación de esta enfermedad es variable en cada persona y la aparición y persistencia de síntomas como la sensación de pecho cerrado u oprimido, dificultad respiratoria, tos o silbidos en el pecho pueden ser indicadores; los bronquios se inflaman, aumentan el grosor de sus paredes, se estrechan y aumentan la producción de moco.
Así como sus síntomas pueden variar de una persona a otra, los factores desencadenantes también son diversos y pueden diferir incluso en la misma persona, en distintos momentos. Entre ellos, se presentan: infecciones respiratorias virales; exposición al humo del tabaco o a irritantes ambientales (humo de cocina, productos de limpieza, pinturas, etc.); cambios bruscos de temperatura; ejercicio; estrés emocional; sustancias que desencadenan procesos alérgicos denominados alérgenos (polvo, polen, pelos de animales, ciertos alimentos, colorantes, aditivos, etc.); medicamentos; factores hormonales (menstruación, embarazo); y reflujo gastroesofágico.
Asma: síntomas, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad
Resulta impredecible que las personas que presenten síntomas consulten al personal de salud para evaluar la necesidad de estudios diagnósticos e identificar factores desencadenantes para intentar evitarlos. Asimismo, es importante destacar que las personas que realizan controles y adhieren al tratamiento pueden llevar una vida normal, incluso hacer actividad física.
Entre los estudios diagnósticos que se realizan está la espirometría, una prueba no invasiva que mide la capacidad pulmonar mediante el volumen de aire que se espira. El asma mal controlada da lugar al desarrollo de crisis asmáticas que, en ocasiones, requieren internación e incluso pueden comprometer la vida de la persona.
El tratamiento, según cada caso, puede incluir medicamentos de uso diario y medidas preventivas como:
- No fumar y promover ambientes libres de humo.
- Conocer los factores desencadenantes.
- Identificar los síntomas y cómo controlarlos.
- El uso correcto de los inhaladores para el tratamiento.
- Recibir las vacunas contra la gripe y la neumonía.
- Reconocer cuándo consultar por guardia para evitar complicaciones.
- Realizar controles periódicos para evaluar el nivel de control del asma y la necesidad de realizar nuevos estudios de rutina.