Facundo Milanessi es el creador del emprendimiento de Villa La Angostura de garrapiñadas "El Bocado" que ya es un éxito en Villa La Angostura: con un muy buen presente en la actualidad, el vecino lleva consigo una historia de coraje, cambio de vida y superación que marcó su historia y lo impulsa a crecer tanto personal como profesionalmente.
Angostura: El emprendedor que dejó su vida en Buenos Aires
El vecino angosturense Facundo Milanessi es el creador de "El Bocado", el exitoso emprendimiento de garrapiñadas en Angostura. Conocé en su historia
Milanessi es Licenciado en Comercio Internacional y profesor de Economía en la Escuela de Los Andes, pero también es cocinero: antes de que se inicie la pandemia, en noviembre de 2019 y durante la última edición de la Fiesta de Los Jardines, presentó un producto que es furor en la localidad y hasta llegó a Estados Unidos: garrapiñadas, enmarcadas en su emprendimiento “El Bocado”.
“Nos vinimos a Villa La Angostura el 2 de noviembre de 2014. Y el mismo día que llegamos se largó una nevada terrible. Era plena primavera y acá se puso todo blanco, hermoso. Para mí fue como una señal, como un signo de que habíamos tomado la decisión correcta”, cuenta Facundo Milanessi, instalado hace ya siete años en ese pequeño pueblo paradisíaco del sur de la Argentina", contó, en declaraciones a La Nación.
Tiempo atrás, Facundo contaba a Diario 7 Lagos: “Yo vengo del mundo del marketing y las finanzas, estuve muchos años trabajando en consultorías de alimentos, antes de venir a vivir al pueblo. Agarre y dije bueno vamos a mezclar un poco todo, diseño de imagen, marketing, producto, cocina, todo, y realmente se generó algo increíble”. El emprendedor se define como "el primer universitario de mi familia". Nació en Aldo Bonzi, partido de La Matanza (Zona Oeste del Gran Buenos Aires).
Con apenas 18 años, el emprendedor comenzó una carrera ascendente en la estructura bancaria: trabajó primero en el Banco Hipotecario, donde arrancó como pasante y terminó como oficial de negocios. Luego se fue a otro banco y más tarde se independizó abriendo junto con un socio una comercializadora que atendía en exclusiva préstamos del Hipotecario.
“Nos iba muy bien, abrimos dos sucursales, hasta que vino la crisis de 2009: de un día al otro dejaron de existir los prestamos y no teníamos nada para hacer. Era la primera vez en mi vida que me quedaba sin laburo”, recuerda", contó el emprendedor a La Nación.
Después de varios meses, el emprendedor obtuvo un nuevo empleo en una consultora de normas ISO española, donde llegó a ser gerente. En 2014, y ya con tres hijos, la casa matriz europea quebró y quedó en la calle: ese fue el puntapié inicial de Facundo para decidir irse.
En Villa La Angostura, Facundo se postuló como heladero en El Bosque Chocolate. Con el primer trabajo en la heladería, luego empezó a trabajar en la casa de cambio del pueblo angosturense. Fue en 2019 cuando hizo sus primeras garrapiñadas.
El también profesor de Economía y Economía doméstica (donde explica a sus alumnos como manejar sus finanzas personales) contó a este medio que presentó a fines de 2019 su producto de garrapiñadas en bromatología.
La idea en Angostura nació como una golosina familiar: garrapiñadas de semillas de girasol, de almendras, de maní, de nuez. Facundo las preparaba para sus chicos y para regalar a amigos. Una vez las publicó en su cuenta de Twitter y algunos seguidores quisieron comprárselas.
Meses más tarde, comenzó a preparar su producto en la sala de elaboración comunitaria. De esta manera, fue cuando se animó a presentar su producto en la Fiesta de los Jardines. Allí sucedió algo que denominó “mágico”, y resaltó: “fui con amigos y otros productores locales. Fue furor. Explotaron las garrapiñadas. Realmente no dábamos abasto y agoté todos los productos”, señaló Milanessi.
Como profesor, Facundo reparte sus días entre las clases virtuales, la complicación de la educación a distancia, y su tiempo como productor, emprendedor y cocinero. Cuenta además con la ayuda de su esposa, quien se encarga de la parte de diseño y packaging para los productos terminados.
“Se valora mucho el tema del producto que puede estar controlado por laboratorio, la confianza, el alimento tiene que ser seguro. El cliente debe tener la tranquilidad de lo que uno fabrica está bien hecho”, manifestó Facundo a Diario 7 Lagos en referencia al proceso de elaboración de las garrapiñadas.
El emprendedor cuenta con 30.000 seguidores en Twitter y 10.000 en Instagram. A fines del 2020, el Bocado consiguió la habilitación nacional que le permitió llegar al mercado mayorista. Ahora el emprendimiento cuenta con cocina propia y una tienda donde pueden conocer a sus dueños y comprar las garrapiñadas. Recientemente han presentado una línea de snacks salados, con semillas de girasol con ajo y romero, maní con mostaza y miel, almendra con merken, nuez con jengibre.
Su experiencia con Martitegui y Betular
En la sexta edición del festival gastronómico "Sabores que unen", presentado recientemente en Cerro Bayo, estuvieron algunos de los cocineros más reconocidos del país, un grupo de lujo compuesto por Germán Martitegui, Damián Betular, Christina Sunae, Gonzalo Aramburu y Lucas Olcese, cocinando junto a chefs locales.
“Presenté mis productos y los eligieron para sus platos”, se emociona Facundo. “Martitegui usó las almendras con merken, Betular las garrapiñadas de girasol. Después en el cerro los pude conocer a ellos en persona y me felicitaron. Fue una locura, salí feliz como un nene”, admitió el emprendedor.