Facundo Milanessi es Licenciado en Comercio Internacional y profesor de Economía en la Escuela de Los Andes, pero también es cocinero: antes de que se inicie la pandemia, en noviembre de 2019 y durante la última edición de la Fiesta de Los Jardines, presentó un producto que es furor en la localidad y hasta llegó a Estados Unidos: garrapiñadas, enmarcadas en su emprendimiento “El Bocado”.
De Angostura a Estados Unidos: conocé las garrapiñadas locales que son un boom y ya cruzaron América Latina en plena pandemia
“La situación es que también soy cocinero, después durante mis primeros tiempos en el pueblo fui heladero también. Lo del Bocado surgió el año pasado como un trabajo de emprender. Agarré y dije bueno voy a hacer algo. El pueblo da muy buenas alternativas, y desde el punto de vista de la elaboración, hay una política de ayuda bastante buena”, expresa Facundo a Diario 7 Lagos.
El también profesor de Economía y Economía doméstica (donde explica a sus alumnos como manejar sus finanzas personales) cuenta que presentó a fines de 2019 su producto de garrapiñadas en bromatología, y allí fueron habilitadas las variedades de maní y girasol.
“Yo vengo del mundo del marketing y las finanzas, estuve muchos años trabajando en consultorías de alimentos, antes de venir a vivir al pueblo. Agarre y dije bueno vamos a mezclar un poco todo, diseño de imagen, marketing, producto, cocina, todo, y realmente se generó algo increíble”, remarca Milanessi.
De esta manera, fue cuando se animó a presentar su producto en la Fiesta de los Jardines. Allí sucedió algo que denominó “mágico”, y resaltó: “fui con amigos y otros productores locales. Fue furor. Explotaron las garrapiñadas. Realmente no dábamos abasto y agoté todos los productos”.
Con una amplia experiencia en consultorías de alimentos y en el mundo del marketing y las finanzas, la pandemia no detuvo el proyecto que construyó en un tiempo de meses récord. Fue en abril cuando volvió a funcionar la Sala de Elaboración Comunitaria en Villa La Angostura, lugar escenario de la producción de El Bocado, cuando el emprendimiento se expandió y volvió a crecer a pasos agigantados.
Como profesor, Facundo reparte sus días entre las clases virtuales, la complicación de la educación a distancia, y su tiempo como productor, emprendedor y cocinero. Cuenta además con la ayuda de su esposa, quien se encarga de la parte de diseño y packaging para los productos terminados.
“Se valora mucho el tema del producto que puede estar controlado por laboratorio, la confianza, el alimento tiene que ser seguro. El cliente debe tener la tranquilidad de lo que uno fabrica está bien hecho”, cuenta Facundo en referencia al proceso de elaboración de las garrapiñadas.
Además, el emprendedor angosturense se encarga de realizar pedidos personalizados y de enviarlos a diversos lugares de Argentina e incluso el exterior. En los últimos días, sus garrapiñadas han llegado incluso a Estados Unidos.
“Hice un poco de investigación de como poder enviarlo a un costo relativamente accesible, empezaron a comentar que estaban buenas, y por suerte se me ocurrió seguir avanzando, presente las de almendras y nueces con protocolos y me las habilitaron hace un mes. Ya tenemos cuatro variedades y por suerte nos va muy bien”, relata el productor.
Así, las cajas se venden de 6 y 12, pero Milanessi “suele regalar algún producto de otro emprendedor angosturense” dentro de sus mismos productos: “La gente valora mucho lo local. También hay un gran apoyo al emprendedor en este contexto. Este producto es súper artesanal, se hace a mano y no hay ninguna máquina de por medio”, explica.
Una de las grandes expectativas que mantiene el profesor es de cara a lo que ocurrirá en las fiestas, donde una de las comidas de la sobremesa que sobresale por excelencia son las garrapiñadas. “Estoy esperando con ansias diciembre y también la reactivación del turismo, como todos. Con todos los cuidados que haya que tener. Necesitamos que esta situación mejore”, afirma el emprendedor.
En tanto, añade: “Sabemos que el detalle suma y yo siempre considero que hay cosas más valiosas que el precio, es muy importante encontrar el valor de lo que ofrecemos. Muchos emprendedores locales estamos en esa línea, de pensar siempre que le agregamos y sumamos a nuestros productos”.