Inspirado por el llamado del Papa Francisco a proteger el medio ambiente, el Vaticano ha trabajado a lo largo del 2019 diferentes políticas de cuidado de sus espacios verdes. Quien está a cargo del mantenimiento de sus jardines es el neuquino Rafael Tornini, quien vivió gran parte de su vida en Neuquén y General Roca, obtuvo el título de maestro mayor de obras, y se fue a Italia a principios de la década del ’90.
Un neuquino encargado de los jardines del Vaticano, lleva adelante una reforma ecológica modelo
Allí, Rafael lleva adelante una reforma ecológica modelo: en los últimos días, el jefe del Servicio de Jardinería y Medio Ambiente del Vaticano ha ratificado la continuación de la iniciativa de eliminar de forma total el uso de pesticidas y fertilizantes químicos, reduciendo así el uso de sustancias químicas en un 96 por ciento.
Aunque la reforma agraria comenzó en 2015, en estos meses se ha consolidado de forma total: “ahora usan ácido pelargónico, una sustancia natural que se encuentra en las plantas de Pelargonium, y lo rocían en los caminos de grava del Vaticano solo dos veces al año para reducir su impacto ambiental”.
Mediante esta iniciativa, Rafael ha explicado que los Jardines del Vaticano “han adoptado el uso de productos orgánicos para eliminar los insectos destructivos, y han cambiado su estrategia para ayudar a las plantas a ayudarse a sí mismas”.
Tal lo mencionado, Tornini dejó atrás la Patagonia a principios de 1990 para hacer una experiencia en Roma. Luego de trabajar varios años como maestro mayor de obras, lo convocaron para estar a cargo de los jardines del Vaticano e idear proyectos que se adecúen a los movimientos de concientización mundial sobre el cuidado ambiental y la contaminación de la naturaleza que se habita.
“Tratamos de reforzar las defensas de la flora en lugar de actuar principalmente sobre sus enemigos. Cuando el jardín está sano, puede mantener a raya a los parásitos, a través de una mejor fertilización, una poda óptima y una reforestación cuidadosa”, explicó Rafael Tornini.
En tanto, también se han plantado dientes de león y plantas aromáticas para atraer a los insectos depredadores, que luego son consumidos por los murciélagos que residen en las nuevas casas de murciélagos de los jardines. Por último, otro aspecto modernizador es el sistema de riego, una actualización que requería modificar obras muy antiguas, y permite reducir el uso del agua hasta un 60 por ciento.