En su columna de opinión de este mes, la Doula y Puericultora Lali Zurzolo habla sobre el puerperio y la sexualidad. "Quiero contarles que el parto y la lactancia son procesos sexuales y como tales son muy significativos en la transformación de nuestras vidas con la llegada de la mapaternidad. Así que todo lo que conlleva el puerperio, es parte también de tu sexualidad.
¿Hay espacio en el puerperio para la sexualidad?
En esta oportunidad, la Doula y Puericultora Lali Zurzolo habla en su columna de opinión sobre el puerperio y la sexualidad en la mapaternidad.
Podríamos verlo, como un suceso visagra para “lo que se viene”. Nos propone, sin dudas “redescubrirnos”.
Puerperio
Antiguamente, se hablaba de cuarentenas, o puerperio inmediato, basándose en la recuperación física post parto. Hoy, lo hablamos de una manera más integral, dónde además consideramos el impacto de las hormonas y psicológico en el proceso del puerperio. Comprendiendo desde el nacimiento del bebé hasta los dos años aproximadamente.
¿Qué nos trae el puerperio?
El puerperio está lleno de cambios. Llegamos a casa con un recién nacido, tus rutinas cambian, tu atención está en el bebé, sus cuidados, la lactancia, la casa cambió su dinámica, tu cuerpo no se siente igual, el deseo, el humor, el cansancio, la culpa, la presión social, la pareja y tantos otros más que desde ya modifican lo que fue nuestra vida antes de la mapaternidad.
Cuidados médicos
Ahora bien, atravesaste una gestación, un parto e iniciaste un proceso de lactancia. Es fundamental que puedas tener tu control médico al mes post parto. En este encuentro tu médico te enviará estudios de rutina; te hablará sobre cuidados anticonceptivos (si estabas utilizando pastillas anticonceptivas realizará un cambio que sea afín a la lactancia); y hablarán de tu cuerpo durante puerperio (loquios, si tuviste cirugía o desgarros, y sobre afecciones mamarias).
Otros cuidados
Es muy habitual que este período nos lleve a pensar solo en lactancia y cuidados del bebé, pero hay otros cuidados que tienen que ver con vos y tu bienestar.
Ya revisada tu salud física, debemos ocuparnos de lo que se viene en tu vida. ¿Cómo estás? ¿Cómo te sentís? ¿Cómo te afectaron los cambios? ¿Cómo estás con tu cuerpo? ¿Tenés deseos? ¿Estás haciendo alguna actividad que te guste? ¿Tu sexualidad?
Poco tiempo después del parto, comenzamos a adaptarnos a la nueva etapa, de alguna manera dentro del caos encontramos algo de equilibrio y comenzamos a dar lugar a repensarnos. Y acá es donde entra el deseo, lo que siento, lo que tengo ganas de hacer incluyendo el sexo.
¿Cómo se empieza?
Les voy a contar con algunos de los escenarios más comunes que me encuentro en las consultas:
- ”No estoy con ganas”: toda tu atención puede estar dirigida solo al bebé y te cueste pensar en otra cosa. Esto además, es una característica del cambio hormonal, al secretar más prolactina y menos testosterona, la líbido suele verse disminuida. También la disminución de estrógenos influye fuertemente en “la tristeza puerperal” y puede que nuestro ánimo no acompañe.
- “La culpa”: cuando damos la teta hay un incremento de oxitocina, que nos proporciona excitación sexual, esta sensación puede desconcertarnos y hacernos sentir culpa.
- ”La teta no” es muy común pensar en la teta con otra función durante la lactancia, y no poder relacionarla de manera erótica, y ni hablar si hay dolor. También puede pasar, que al tener orgasmos se provoca eyección láctea y te puedas sentir incómoda.
- ”Con ganas y luego sin ganas”: el puerperio te puede llevar a mil emociones en un solo día y quizá por momentos tenemos ganas y a veces el cansancio y el estrés del día te hace desistir.
- ”Con ganas y bebé se despierta”: suele pasar, muchas veces creemos que encontramos el momento justo y se escucha a lo lejos el llanto del bebé y tenemos que dejarlo para otro momento.
- ”Con ganas pero con dolor o molestias”: a veces la posición de nuestro útero cambio post parto, la distensión del suelo pélvico nos hace sentir distinto, a veces nos asusta, a veces gusta más, a veces duele, alguna molestia por alguna cicatriz en recuperación, como ser de un desgarro o episiotomía. (siempre hay que charlarlo con tu médico o con ginecólogo especialista en recuperación de suelo pélvico).
No olvidemos, también, que el estrógeno es responsable del adelgazamiento de las paredes vaginales y de la disminución de lubricación genital.
- "Con ganas pero me siento diferente”: si el cuerpo cambia a veces, y podemos tener sensaciones nuevas. Puede que me guste algo que antes no, o redescubriendo la sexualidad de otra manera, entendiendo que hay muchas maneras de sentir y dar placer hasta que estemos cómodos para avanzar.
- ”Estoy mal conmigo misma”: los cambios psicológicos del puerperio nos puede llevar a tristeza, sensación de estar abrumada con las responsabilidades que conlleva la maternidad y la adaptación al nuevo rol.
- ”Por complacer al otro”: Sin importar el parto que hayamos tenido, no hay fechas, no hay "cuarentenas", ni indicaciones médicas, ni presiones de afuera. El cuerpo atravesó una experiencia física inigualable, al igual que la psiquis, y todo esto necesita tiempo.
El tiempo es la respuesta, nuestro mundo quedó “patas arriba" con la llegada de un bebé o más. Necesitamos procesar, asimilar, amigarnos con la nueva realidad. Volver a conectar con nosotros mismos y con el otro. Les propongo poder compartir, lo que nos pasó, hacer un trabajo consciente de nuestros partos y puerperio, hablar sobre los miedos, las sensibilidades, fantasías y deseos. Y sobre todo apoyarse en profesionales de la salud si hay algo que nos hace ruido.
El puerperio vino para dar vuelta nuestro mundo, pero sobre todo para darnos tiempo de acomodarnos a nuestra nueva vida en familia.
Y voy a volver o vamos a volver a tener vida en pareja?
Me animaría a decir que, no somos los mismos después de tantos cambios, pero quién es igual año a año? El ser humano cambia todo el tiempo… A medida que crecemos, y nuestros cuerpos cambian, vamos experimentando sensaciones y sentimientos que se transforman y la mapaternidad nos hace ver y sentir el mundo distinto.
Les propongo en vez de pensar si ”volveremos a ser”, pensemos en que podemos construir y descubrir. Considero una muy interesante oportunidad de replantearnos quienes somos, que queremos, que deseamos y reencontrarnos.
Como se sobrevive?
Teniendo nos mucha paciencia, validando y dando lugar a lo que realmente sentimos. Estando acompañados durante tu gestación, parto y puerperio son claves para tu salud física y emocional. Hablar y compartir ayuda mucho en esta nueva etapa, sea con nuestra pareja, amigos o redes de apoyo (como ser rondas de lactancia, rondas de crianza, y rondas de puerperios).
Y si sentís que algo no está bien, tanto en tu cuerpo como con tus sentimientos, no olvides que tu doula, puericultora, partera o gineco-obstetra pueden guiarte o conectarte con psicólogas perinatales o sexólogos.
Les recomiendo lecturas como “la maternidad y el encuentro con la propia sombra” o “Puerperios”, de Gutman.