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Semana de la Emprendedora: Los desafíos de emprender en la Patagonia por Merci Ramona

Daniela Dinardo lleva adelante su emprendimiento de calzado y marroquinería bautizado como “Merci Ramona” y en la Semana de la Emprendedora dialogó con Diario 7 Lagos para contar cómo es iniciar un emprendimiento en el Sur con la conectividad y las largas distancias como principales obstáculos. Un mensaje para todas aquellas que estén comenzando a transitar por este camino de la mano de una experta.

“Emprender en la Patagonia es muchísimo más difícil” esa fue la conclusión a la que llegó Daniela junto a otras colegas en charlas que compartieron el último tiempo. La escasez de internet que dificulta el uso de las redes sociales y las largas distancias que obligan a la realización de envíos, suman a los productos costos extras que hacen más dificultosa la inversión.

“Ayer hablábamos con una chica que es emprendedora y se puso a hacer encuestas a emprendedoras mujeres de diferentes partes de la Patagonia y llegábamos todas a esa conclusión que es difícil emprender en este momento para nosotras, porque sumado a que tenemos la pandemia, estamos lejos quizás” explicó.

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Las distancias y los costos de envío

En su caso, por ejemplo, los zapatos son producidos en El Palomar, lo que la obliga a diseñar a través de fotos y dejar mucho en el criterio de la persona que los fabrica. “Estoy en la parte de diseño, elijo los colores, texturas, pero yo el cuero lo veo cuando el zapato ya está terminado”.

“El producto sale del lugar donde lo compro y tengo que pagar un envió hasta el transporte y del trasporte un envió hasta acá, entonces casi que se me duplica porque también lo que pasa es lo siguiente: de esa manera yo acorto mucho los tiempos, si me lo manda directamente el local los tiempos se hacen muy largos y siempre corriendo el riesgo de que en el camino se pierda” detalló.

Y allí es donde resalta la importancia de la seguridad en su proyecto y la puntualidad para que los productos lleguen a tiempo, pero ¿Llega esto a convertirse en un obstáculo? Daniela responde que es una variable que “vas a ir sorteando a medida que vas queriendo que tu proyecto avance y acá encontrar que no hay nada productivo. Yo quería hacer zapatos y no encontraba quién me los hiciera”.

“Encontré, pero después no terminó sirviendo porque la parte de lo que sería el volumen productivo que yo necesitaba no podía satisfacerlo en la zona, tuve que si o si migrar a Buenos Aires y pensar en todo esto, que iba a tener que elegir un cuero que no lo iba a poder ver, si era grueso, fino, si se iba a adaptar bien al zapato” planteó.

La importancia de un socio estratégico

En este proceso, Daniela señala que es sumamente importante tener un buen socio productivo y argumenta: “Si esa persona logra resolver, entender, y avanza al ritmo de que va creciendo el proyecto se transforma en una pieza fundamental. Esta persona hoy ya sabe más o menos mis gustos, qué cueros me gustan, dónde los puede ir a comprar, qué colores, empieza como a descifrarme a mí como diseñadora y emprendedora y me facilita muchísimo el trabajo, porque él mismo ya resuelve un montón de cosas que yo por la distancia no puedo hacer”.

La comunidad de emprendedores

En este camino de iniciar un emprendimiento o sostenerlo en el tiempo es crucial el apoyo de los colegas a través de distintos medios, incluso de las redes sociales. “Siempre se contactan porque ven tus productos, desde la buena onda o te consultan dónde conseguís tal cosa, algo que tenga que ver con el packaging o quién me saca las fotos, siempre es como que hay un ida y vuelta entre las emprendedoras que hoy yo creo que tiene que ver con el apoyo de ‘te pongo un like, tiro un comentario buena onda’”.

Si bien Daniela desconoce si esta comunidad se trasladará a las reuniones presenciales cuando la pandemia lo permita, pero rescata que “hay mucha buena predisposición y, por lo menos de mi parte y muchas emprendedoras que conozco de tirarnos buena onda y apoyarnos desde la virtualidad”.

Los miedos de comenzar

La decisión de concretar aquel proyecto con el que una soñó durante tanto tiempo consiste en transitar un camino de desafíos y miedos, que en el caso de la hacedora de Merci Ramona, afirma que giraron en torno a su primera colección cuando la duda era si sus diseños tendrían la aceptación del público.

“Cuando le querés dar una identidad al proyecto uno se la juega, yo elegí jugármela por productos que sean más vintage, pero que a la vez sean modernos, que no sigan una moda, que sean atemporales, el zapato cerrado que lo podés usar en verano, otoño, invierno, es una estrategia en la cual uno tiene que jugársela, cruza los dedos y dice ojalá le gusta, ojalá me vaya bien” relató.

“¿Voy a poder vivir de esto? ¿Cuánto tiempo lo voy a poder sostener? ¿Hasta donde lo voy a hacer crecer? Son otras de las dudas que surgen en un comienzo, pero claro que a medida que “uno va evolucionando como emprendedor va teniendo diferentes miedos, y algunos van quedando atrás cuando vas viendo que tus clientas te eligen, te recompran” afirma Dinardo.

La confianza en uno mismo

La emprendedora afirma que lo más importante “es confiar en uno mismo, seguir su propio instituto, porque también lo que pasa, al ser uno emprendedor, es como que mucha gente siente la necesidad de decir qué tenés que hacer vos con tus cosas, con tu negocio, tus productos, y entonces uno a veces se siente tentado a querer complacer al otro y la verdad es que uno tiene que ser firme y seguir su propio instinto y luchas por eso”.

No bajar los brazos es otro de los puntos que debe regir el proyecto. “Emprender es muy difícil, por el contexto económico, porque uno a veces está solo, no tiene plata, porque tiene sus propios miedos que vienen de no se sabe dónde, pero uno acarrea miedos toda la vida que surgen y afloran cuando uno se dedicada a hacer algo así”.

“Lo más importante es que sigan su propio instituto y disfrútenlo porque no es fácil, pero es muy placentero y satisfactorio y que se apoyen en otros emprendedores que a veces ayuda un poco saber que a todos nos pasa eso al principio de tener miedo, sentirse inseguro y demás, pero con el tiempo uno va tomando más coraje y avanzando” finalizó.

Daniela se encuentra en pleno crecimiento con su proyecto sumando nuevos diseños a sus calzados, carteras y billeteras. Una expansión creativa y productiva que es el resultado de poner su energía emprendedora en lo que comenzó como un sueño y se concretó con la aceptación de las clientas.

Descubri sus productos en: https://www.instagram.com/ramonamerci/?hl=es-la