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Recomendaciones para evitar intoxicación por monóxido de carbono

La ventilación de los ambientes y la revisación periódica de los artefactos de calefacción son las medidas preventivas más eficaces para evitar intoxicaciones por inhalación de monóxido de carbono.

Ante el comienzo de la época de bajas temperaturas, el ministerio de Salud recuerda que muchos medios de calefacción y cocción son fuentes de monóxido de carbono, por lo que es fundamental mantener los ambientes ventilados.

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El monóxido de carbono es el producto de la combustión incompleta del gas (de red o garrafa) y cualquier otro combustible orgánico (leña, querosén, nafta, plásticos). Se origina por el mal funcionamiento de los artefactos (calefón, termotanque, estufa, cocina, grupo electrógeno, caños de escape de vehículos en lugares cerrados) y se acumula rápidamente en lugares con poca ventilación.

Es peligroso porque no es detectable a través de los sentidos (no tiene color ni olor) y ocasiona síntomas inespecíficos que suelen retrasar las consultas. La ventilación de los ambientes es la medida más efectiva para todos los tipos de calefacción.

Los signos de intoxicación con monóxido de carbono son dolor de cabeza; mareos; visión borrosa; zumbidos en los oídos; dificultad para concentrarse; convulsiones; desmayo; dolor de pecho, falta de aire, dificultad para respirar; náuseas; vómitos; dolor abdominal; y debilidad o dolor muscular.

Ante la aparición de estos síntomas hay que solicitar ayuda de inmediato, retirar a la persona hacia un lugar ventilado y abrir puertas y ventanas. En todos los casos hay que concurrir al centro asistencial más cercano para recibir atención, ya que el tratamiento adecuado evita complicaciones y secuelas que pueden aparecer varias semanas o meses después; o llamar al número 107 de emergencias médicas.

Para prevenir se recomienda tener ventilación permanente en cada ambiente calefaccionado. Se recuerda que las hornallas y el horno son artefactos para la cocción de alimentos y que no deben ser utilizados para calefaccionar el hogar.

En caso de usar estufas y braseros, no arrojar al fuego plástico, goma o metales y siempre apagarlos a la hora de dormir. En cuanto a los artefactos a gas, se aconsejan las estufas de tiro balanceado y su control anual por parte de un gasista matriculado.

Además, se sugiere evitar la instalación de calefones o termotanques en el baño o en espacios sin ventilación, así como también encender motores a combustión en lugares cerrados (autos, grupos electrógenos, motosierras, etc.).