La ciudad de Neuquén fue el lugar elegido para que se concrete una historia de amor, solidaridad y unión entre la familia oriunda de Río Negro y Tincho, un nene que estaba por cumplir 18 años y que esperaba ser adoptado, desde los 4 años. Vivía en un hogar en la zona sur del Gran Buenos Aires quienes realizaron un video para contar su historia.
Neuquén: Tincho cumplió su sueño y fue adoptado a los 18
"El Sueño de Tincho" fue una campaña viral sobre la historia de un nene que vivía en un Hogar y soñaba tener una familia. Cómo Neuquén es protagonista
“Me gustaría tener una familia para que me cuide y compartir el resto de mi vida con ellos”, contaba Tincho en el video, así comenzó la campaña #ElsueñodeTincho; allí además de contar su historia de vida, desde el Hogar manifestaron que la salud de Tincho sufría dificultades ya que se encuentra a la espera de un trasplante de riñón.
Fue así como el video llegó hasta el celular de Sofía, que en ese momento tenía 19 años y vivía con su familia en Río Negro. La adolescente compartió el video de Tincho en el grupo de WhatsApp familiar y sus papás, Jimena y Matías, quienes durante mucho tiempo habían tenido el deseo de adoptar: ¿Y si somos nosotros la familia que está buscando?”, les escribió Sofía en aquel mensaje.
Así comenzó esta historia de lazos de amor, luego de muchas charlas familiares y la decisión de mudarse a Neuquén para que Tincho pueda estar cerca de los centros de salud que le permitan continuar con su tratamiento de diálisis.
Sii bien la primera respuesta desde el Hogar fue negativa, ya que preferían una familia de Buenos Aires dada la delicada situación de salud de Tincho, finalmente llegó la confirmación esperada; de inmediato viajaron a conocerlo y a comenzar la vinculación; luego, con el correr de los meses Tincho viajó a Neuquén tras finalizar el año escolar, la vinculación duró unos seis meses, hasta que se instaló con los en Neuquén de forma definitiva.
Hoy son una familia consolidada, Matías y Jimena dicen que la edad de Tincho nunca les preocupó ya que eran papás de otros adolescentes. “Tincho se acopló enseguida”, cuentan.
Mientras instalados en Neuquén esperan que llegue el trasplante de riñón que le permitiría mejorar su calidad de vida, pero lo fundamental para él, es que cumplió su sueño más grande, hoy Tincho ya tiene su familia.