Del 9 al 14 de abril se realizará el Torneo Sul-Centro que es el clasificatorio de la región para el Mundial de Beach Handball que se realizará en la Isla de Creta, Grecia. La Selección argentina tendrá fuerte presencia patagónica con varios jugadores de Neuquén y Río Negro que formarán parte del equipo que buscará lograr uno de los dos pasajes para el torneo que se disputará en Europa a mediados de junio.
Los representantes de Neuquén serán Nicolás Millet, de IFES, y Lucas Matías Coronel, de la Asociación Balonmano Centenario. Ambos pertenecen a la Federación de Balonmano Neuquina. Millet ya conoce lo que es jugar un torneo de alta competencia con Argentina: fue medallista de bronce en los Juegos Olímpicos juveniles Buenos Aires 2018. Coronel será uno de los dos especialistas de la lista de la Selección. Esto significa que será uno de los jugadores cuyos goles "valgan doble" durante los encuentros.
El Mundial de Creta será el primero que se realice tras la pandemia. En 2020 estaba planificado que la máxima competición del Beach Handball se disputará en Pescara, Italia, pero la aparición del COVID 19 obligó a la suspensión. Argentina participó en sólo dos de las ocho ediciones previas. Fue 10º entre 12 participantes en Recife 2014 y 11º de 16 países en Kazán 2018. Brasil es el campeón defensor (ganó cinco de los ocho torneos) por lo que ya tiene asegurada su plaza a este Mundial. Los otros dos mejores países en el Sur-Centro acompañarán a la verdeamarela a Grecia.
En el torneo clasificatorio de Brasil también habrá presencia rionegrina. Los laterales Santiago Spósito y Jorge Nahuel Pérez Baptista (presente en Buenos Aires 2018) y el defensor Tomás Salvador Pérez son jugadores del club Sol de Mayo de Viedma. Algunos de los jugadores de esta lista formaron parte del equipo que logró el doble bronce en categoría juvenil: el Mundial de las Islas Mauricio en 2017 así como los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018.
El Beach Handball es un deporte que deriva del tradicional balonmano y que está sumando muchos adeptos, principalmente entre el público joven. El boom que significó su presencia en los Juegos de la Juventud de Buenos Aires (además del éxito de los argentinos) generó muchísima difusión para esta modalidad. En cada partido se disputan dos "sets" de 10 minutos y el objetivo de cada equipo es marcar la mayor cantidad de goles en cada sets para ganarlo.
El encuentro es disputado por cuatro jugadores de ataque contra tres defensores y un arquero. Al ser superficie de arena, una de las principales diferencias con el handball tradicional es que no se pica la pelota sino que directamente se realicen pases. Los goles de los especialistas (que usan otra remera), aquellos que sean de fly (en el aire) o con giro completo antes de rematar valen doble. El equipo que más tantos tenga al finalizar el set se lleva el punto del parcial. Si gana ambos, logra el partido y si hay empate, se define mediante penales.