Durante la lactancia hay muchas etapas que vamos a ir viviendo, y entre las más consultadas está la sintonía de pezones. Les cuento que cuando el bebé comienza a crecer y toman la teta suelen jugar con sus manos y sus pies. Al igual que otros mamíferos, los bebés “preparan” su teta para la toma. Éstos suelen “masajear” nuestro pecho (al igual que los gatitos) y a veces giran nuestros pezones, como si fuera el dial de una radio. Al principio esto puede no molestarnos, pero con el tiempo puede que nos hagan doler o nos lastime. A esto se le llama comúnmente “sintonizar el pezón”.
Esto es algo conductual, no es nada malo, es de origen arcaico que nos recuerda que aun somos mamíferos.
Ahora bien, cuándo esta conducta incomoda o nos hace doler, lo importante es buscar ayuda.
No solo para resolver si hay algo lastimado, sino para acompañar este proceso.
Todo lo que sucede durante la lactancia nos “toca” de alguna manera en nuestra sensibilidad más profunda. La mayoría expresa sensaciones de angustia, cuando sus pechos duelen, necesidad de alejar a la cría, sensaciones de tristeza y hasta deseos de abandonar la lactancia. Es por eso que hay que validar las emociones que el puerperio nos trae, lo que nos trae esta lactancia y el porque nos hace sentir así.
Algunas recomendaciones podrían ser ofrecer a esa “manito” que se acerca al pezón algo para jugar, un peluche, un collar de lactancia o sostenerla con amor. Podemos explicarle que nos duele y que es nuestro cuerpo. También podemos tapar ese pecho mientras no lo estamos usando para que no esté tan disponible para que lo “sintonice”.
Estas no son soluciones inmediatas, debemos tener paciencia y construir límites amorosos.
En cuanto a los “collares de lactancia” o a los juguetes para ofrecer, siempre les recuerdo que todo lo que ofrecemos a los bebés debe ser atóxico. Si algo es de plástico, que éste sea BPA libre (todos los productos de PVC para niños cuentan con un sello mayormente de color verde que dice en mayúsculas BPA libre o free), si es de tela o de lanas que estas sean hipoalergénicas.
No te sientas mal si te paso o te esta pasando, esta conducta puede o no molestarte, pero si es así, no “aguantes” el dolor porque esto “no es nada malo”, simplemente te molesta y podemos manifestar lo que nos pasa también.
Si está doliendo puede estar lastimado tu pezón y necesitas atención, no dejes de consultar con tu puericultora.
Les recomiendo el libro : “El bebé es un mamífero” del doctor Michel Odent
Duola y Puericultora