Se trata de Juan Pablo Savonitti, un joven de 37 años que desde el 1º de enero se lanzó a la travesía de unir corriendo los dos puntos más distantes del continente americano. Si bien al principio pensaba concretarlo en 900 días, contratiempos han modificado ese objetivo principal. De pasada por San Martín contó su experiencia en estos primeros 6 meses de la aventura.
La experiencia por la región de los lagos del ultramaratonista que unirá Ushuaia con Alaska para concientizar sobre el lenguaje de señas
En diálogo con Diario 7 Lagos, Savonitti explica que vivió en Buenos Aires hasta los 19 años. Desde allí comenzó una nueva vida que lo mantuvo vinculado con el viaje. Trabajó en cruceros, vivió en diferentes partes de Europa y afirma que no tiene su lugar en el mundo, aunque reconoce como sus favoritos hasta ahora a Suecia, Canadá y Alaska.
Su cruzada que se puede seguir en tiempo real http://www.niamalimits.com/ ya que Savonitti corre con un GPs, tiene como objetivo primordial concientizar sobre la importancia de difundir el lenguaje de señas, sobre la posibilidad de integrar a personas sordomudas. Sus padres son sordomudos y es una causa que lo moviliza.
“La causa que le sume al proyecto es la promoción y difusión de la lengua de señas y voy tratando de dar charlas para concientizar a la gente para que pueda conocer lo que es la realidad de la comunidad sorda, voy mostrando herramientas en la que se puede integrar mejor y facilitar la vida de la comunidad”, explica el ultramaratonista.
Cabe destacarse que en el día de ayer estuvo dando una charla en el teatro San José donde se dirigió a un auditorio pendiente de su particular desafío continental. Un whatsapp para sordos o señaléticas dentro de los hospitales para que la comunidad pueda manejarse de manera independiente, son solo algunas de las ideas que Savonitti piensa como posibles alternativas que deben trabajarse.
Respecto de los planes iniciales de concretar la travesía en 900 días, el deportista señala que los planes debieron cambiarse teniendo en cuenta que a las pocas semanas de comenzar, perdió el acompañamiento de un auto que iba a la par junto a él, donde llevaba su comida y ropa. “Eso me modificó todo, del itinerario del principio estaría atrasado 4 meses”, reconoce.
En la actualidad Savonitti requiere de un tiempo para llevar sus cosas. “Voy hasta algún lugar donde voy a hacer base para llevar mis cosas, después vuelvo y hago ese tramo corriendo. O a veces me adelanto y después vuelvo a dedo para ir a buscar las cosas”, resalta en lo que refiere a la dinámica del día a día.
En lo que refiere en su paso por la región de los lagos, Savonitti se muestra maravillado por los paisajes y asegura que en esta zona es donde encontró mayor desnivel hasta el momento. “Cuando sali de Villa La Angostura para llegar a San Martín tuve un desnivel de casi 2000 metros en subida, es poco pero no es una diferencia con otros lugares”, resaltó el ultrmaratonista.
Por estos días ya se prepara para seguir viaje y llegar a Junín de los Andes, después Zapala y continuar en esta cruzada continental que despierta admiración.