“Ha quedado un gran vacío, porque se puso mucha energía al servicio de un fracaso político”, manifestó la Senadora Lucila Crexell, del MPN, luego de criticar que un sector político utilizara el tratamiento de la llamada “Ley de Tarifas”, para hacer una demostración de fuerza, y que el oficialismo afrontara la situación “con intransigencia”. Pero esta disputa, derivó además en un cuestionamiento del Gobernador Omar Gutiérrez, ante lo cual la dirigente expresó: “la verdad es que me alegra profundamente no pertenecer al proyecto político del Gobernador, porque en realidad se trata de un proyecto personal”.
Consideró que “han generado es una fuerte polarización frente a dos premisas falsas. El tarifazo contra el no tarifazo, cuando en realidad no han podido abordar la cuestión de fondo”, dijo en referencia a los costos de generación, transporte y distribución de la energía, y la cantidad de personas sin conexión a los servicios de gas y energía, entre otras variables.
En el plano político, Crexell aseguró que “en el espacio político personal de Omar Gutiérrez hay tanta intransigencia, tanta intolerancia y tanta obsecuencia, que ellos mismos son sus peores enemigos”.
Al mismo tiempo reconoció que “tengo ya algunas conversaciones con el Vicegobernador Rolando Figueroa”, y añadió que “es una persona con la que se puede hablar, que no descalifica y que tiene cierto liderazgo para armar una mesa de trabajo más trasversal y de pensamientos diversos”. De todos modos, aclaró que “vamos de a poco”.
Retomando el debate abierto en torno a las tarifas, le endilgó al gobierno nacional no haber previsto “mayor gradualidad en la recomposición tarifaria”, que el tenor de las discusiones, “habla de la intransigencia y la soberbia que tienen desde la Casa de Rosada para poder hablar en los ámbitos que corresponde”.
Luego de asegurar que “anteponen discursos políticos frente a la solución concreta de problemas”, también se mostró crítica con “esos próceres vivientes que viven reivindicando su gestión y se olvidan los inconvenientes que han dejado para la Argentina”.
Se mostró convencida de que “no hay más lugar para esa política y dirigentes políticos, que no entienden que la realidad demanda soluciones concretas, que la gente no quiere estar pendiente de discursos políticos, que quiere estar en paz, trabajando, con sus hijos en el colegio, con los servicios públicos que funcionen, poder transitar por las calles, que les alcance el sueldo a fin de mes. Y no en medio de un debate que sabíamos, desde hacía quince días, que iba a desembocar en una falta de medidas en beneficio de sociedad”.
Respecto del MPN, Crexell sostuvo que “el partido sigue cooptado, callado, y anquilosado, y realmente me parece que si no nos ponemos a llevar una propuesta de cambio, el MPN no tiene muchas posibilidades de subsistencia”. Se mostró preocupada porque “con estos discursos, con la retórica, confiando sòlo en el aparato del Estado, y con esta militancia que no propone ningún cambio, vamos a seguir perdiendo cada vez mayor cantidad de adeptos”.