La entidad emitió su opinión respecto a un tema que abrió el debate en Villa La Angostura:
Durante las últimas semanas hemos asistido a las controversias generadas por distintos actores del sector privado local en torno a los denominados Alquileres Turísticos Temporarios (“A.T.T.”), su habilitación, limitación temporal, equiparación de gravámenes tributarios con establecimientos hoteleros e, incipientemente, la conveniencia –o no– de diagramar la piedra angular de nuestra Oferta turística alrededor de esta modalidad de comercialización de alojamientos.
Luego de haber mantenido reuniones con referentes de la Asociación de Hoteles y Restaurantes, miembros del ENVIATUR, propietarios de A.T.Ts., desarrolladores inmobiliarios y el Intendente de la Localidad, es nuestra intención fijar nuestro posicionamiento, intentar clarificar ciertos panoramas y hacer un esfuerzo por sentar los lineamientos de trabajo a mediano plazo que consideramos pertinentes.
Como representantes de una institución intermedia que tiene la aptitud de nuclear al sector privado de manera amplia, entendemos que el diagrama de la matriz productiva de La Angostura necesariamente debe estar atravesado por el desarrollo de una Industria Turística Sustentable. Esta afirmación, contemplada en nuestra Carta Orgánica Municipal (art. 54), puede parecer una obviedad, pero de ella se desprenden como mínimo dos análisis de significativa importancia.
El primero, que la actividad política y el marco normativo local deben propiciar la viabilidad económica, social y ambiental de la Industria Turística. Desatender uno solo de los tres pilares mencionados dará por tierra la manda Orgánica y, por consiguiente, la sostenibilidad de una economía basada en el turismo.
El segundo y más relevante análisis, es que se vuelve indispensable generar la planificación acorde con los objetivos trazados.
En este sentido, no nos resulta ajeno que nuestra localidad tiene un modelo turístico en vías de desarrollo. Cuenta de ello dan las cifras anualizadas de ocupación en habitaciones, las cuales a 2017 totalizaron un 48,20%, como así también el gasto promedio diario por turista, que ascendió a $1468 para la temporada estival de 2017. Estos datos deben necesariamente ser analizados a la luz de la marcada estacionalidad que afecta históricamente a nuestro pueblo.
Partiendo de esta base, nuestras metas como destino deberían contemplar por un lado la elevación del promedio de ocupación y, por el otro, el incremento del gasto por visitante. Objetivos únicamente realizables con una planificación enfocada en agregar valor a nuestra Oferta y aprovechar las potencialidades de la diversificación de la misma.
Como en el más sencillo plan de negocios, nuestros esfuerzos deben enfocarse en analizar nuestras fortalezas y debilidades, que son factores determinantes de la competitividad, eminentemente internos. Preguntarnos ¿Qué valor estamos agregando a nuestra oferta? ¿Por qué un visitante debiera quedarse 2 o 3 noches más que el promedio? ¿Cuáles son nuestros esfuerzos para captar un gasto por persona más elevado? Entre otros cuestionamientos conducentes.
El marco actual plantea una discusión de corto plazo, relativo netamente a la posibilidad de generar habilitaciones de A.T.T. más allá del límite fijado por la normativa, en el año 2015.
En este punto, y sin entrar en disquisiciones jurídicas, técnicas o de motivación coyuntural respecto de la normativa, consideramos que es momento de generar normativa de fondo que responda a la planificación de un pueblo turístico, con criterios de sustentabilidad y triple impacto y, en una primera etapa, focalizar nuestros esfuerzos en la Oferta turística.
Para avanzar en este sentido es necesario no modificar las actuales previsiones de la normativa sobre la fecha límite de ingreso para los A.T.Ts (2015) y capitalizar el interés de tantos actores en participar en el debate necesario para definir qué clase de pueblo queremos ser y luego, las reglas de juego que reflejen esos objetivos.
Actuar rápida e impulsivamente sobre una limitación impuesta implicaría, por un lado, correr el riesgo de generar una realidad económica sin destino cierto y, por el otro, legislar sin visión estratégica.
Finalmente, mencionar que esta Cámara de Comercio, Turismo, Industria y Producción celebra la aparición de estos debates que, nuevamente, vuelven a darnos la oportunidad a todos los vecinos de Angostura de planificar un pueblo sustentable económica, social y ambientalmente. Estemos en esta oportunidad, todos, dispuestos a aportar a esos objetivos.
[1] Fuente: Secretaría de Turismo de Villa La Angostura.