Lamentablemente, a lo largo de las ocho horas en las que realizó su intento de defensa, la suspendida vicegobernadora, Gloria Ruiz, no esgrimió argumentos que puedan llegar a despejar dudas sobre las irregularidades y conductas reñidas con la ética y la legalidad, que han sido debidamente acreditadas por la comisión investigadora que conformaron los presidentes de bloque de esta Cámara de Diputados de la Provincia del Neuquén.
Gloria Ruiz: Una defensa débil y carente de argumentos
Gloria Ruiz no logró responder de manera convincente a las denuncias por irregularidades éticas y uso indebido de fondos públicos.
Las faltas -en extremo graves- que se le constataron a la señora Ruiz no solamente constituyen un agravio a las instituciones y una afrenta a la confianza que el pueblo de la provincia había depositado en ella, sino también un despojo a las arcas del Estado, que se vieron privadas de recursos que debieron haberse invertido en acciones y normas destinadas tanto a mejorar la calidad de vida de los neuquinos y neuquinas, como a dotar a la provincia de las herramientas que necesita para su desarrollo.
Aquí se plantearon acusaciones por demás serias que sólo encontraron evasivas por parte de esta vicegobernadora, cuya posible “inhabilidad moral” para ejercer el rol de presidenta de la Legislatura se ha puesto en debate, con todas las garantías legales.
“Puede ser que hubo alguna irregularidad, pero no hubo mala intención y que a partir de lo que pasó deberían irse corrigiendo”, esbozó la señora Ruiz en uno de sus frustrados intentos por explicar lo inexplicable. Las supuestas faltas procesales a las que hizo mención son inexistentes; y su planteo de la nulidad de la comisión investigadora es directamente absurdo.
Si alguien está en falta con la verdad y la moral es, sin dudas, la señora Ruiz. De ninguna manera, el gasto de más de 4 millones de pesos en la compra de bombones a una chocolatería de Plottier puede agotarse en la anécdota de la vieja política, aquella que toleraba vicios que ni esta Cámara de Diputados ni la sociedad neuquina en su conjunto están dispuestas a tolerar. Menos aún si se tiene en cuenta que, a lo largo de los últimos días, se han ido ventilando investigaciones judiciales que tienen la lupa sobre supuestos hechos de corrupción perpetrados con dinero del municipio de esa ciudad, durante el período en el que la señora Ruiz fue intendenta, es decir entre 2019 y 2023. Uno de esos hechos es el pago a una compañía privada por prestaciones que en realidad no realizó. Otra es la construcción de una pileta de natación, con fondos municipales, en un terreno que supuestamente pertenece o perteneció a la propia ex jefa comunal.
No obstante, y aunque puedan delatar una aparente persistencia en el inadmisible aprovechamiento de recursos públicos en beneficio personal, lo que nos ocupa no es lo ocurrido durante la intendencia de la señora Ruiz, en Plottier, sino sus procederes como conductora de esta Legislatura. Esos por lo que, en la Justicia Penal neuquina, se inició un expediente en el que está sospechada de la presunta comisión del delito de enriquecimiento ilícito.
Sabido es que la causa se inició por la colocación de plazos fijos con fondos de la Legislatura, sobre los que no se informó oficialmente. El Banco de la Provincia del Neuquén (BPN) denunció que Pablo Ruiz -ex funcionario de esta Casa y hermano de la señora Ruiz- llegó a tener 51 millones de pesos en esas cuentas. Pero aquí, este miércoles, en la Comisión de Legislación de Asuntos Constitucionales y Justicia la señora Ruiz dijo desconocer esa situación, porque “nunca hablaba de plata con él”.
Igualmente refutables son sus fallidos relatos sobre la compra de una camioneta Toyota 4x4 que la señora Ruiz realizó este año y cuyos fondos no ha logrado explicar. La contratación de un asesor de prensa directo que presentaba facturas a nombre de su esposa es otra de las cuestiones que no pudo responder con argumentos sólidos ni mucho menos válidos; como así tampoco el nombramiento de familiares en la planta política de la Legislatura, a varios de los cuales les encomendó funciones que, evidentemente, no estaban capacitados para afrontar.
Los viáticos excesivos, las compras con sobreprecios (como en el caso de los banners) y el uso de fondos públicos para la promoción de su imagen personal, son otras cuentas pendientes de explicación y que indefectible llevan a la obligación de debatir (en sesión especial) la conducta de la vicegobernadora, ya que sólo así se garantizará la salud del sistema democrático, el cuidado de los fondos públicos, la independencia de poderes y la relación de confianza que indefectiblemente esta Legislatura debe tener con el pueblo de la provincia del Neuquén.