El diputado provincial Andrés Blanco, miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y del Frente de Izquierda (FIT), se mostró en contra de la reciente ley de ficha limpia aprobada por la Legislatura de Neuquén. Esta normativa busca garantizar que quienes hayan sido procesados o condenados por delitos dolosos no puedan postularse a cargos electivos ni integrar el gabinete provincial, con el objetivo de erradicar la corrupción y la impunidad.
Ficha limpia: la resistencia de Andrés Blanco ante la nueva política de transparencia
El diputado neuquino, crítico de la nueva ley, defiende una política de subsidios y protestas que beneficiaron a su sector, mientras el gobierno busca garantizar la transparencia.
Blanco, con un fuerte rechazo a la nueva ley, argumentó que representa un intento de proscribir a la oposición y de silenciar voces disidentes. Aunque sus declaraciones fueron vehementes, carecieron de pruebas que respalden sus acusaciones de que la ficha limpia podría ser utilizada para perjudicar a sectores de izquierda. En el recinto, el legislador aseguró que la medida no mejorará la calidad de la política, sugiriendo que se trata de una herramienta antidemocrática.
Lo curioso es que, durante años, la izquierda ceramista, a la que pertenece Blanco, ha mantenido una relación estrecha con el gobierno provincial, beneficiándose de subsidios mientras organizaban protestas contra el mismo gobierno que les otorgaba dichos recursos. Este círculo vicioso les permitió acceder a cargos públicos, tal como ha sucedido con Blanco, quien ha sido un referente en el ámbito político provincial. La situación cambió con la llegada de un nuevo gobierno encabezado por Rolando Figueroa, que implementó una política de tolerancia cero hacia los privilegios del pasado.
Blanco no dudó en criticar al actual gobierno por cortar los subsidios y poner fin a los recursos que antes alimentaban su carrera política y la de otros dirigentes de izquierda. Entre las últimas protestas encabezadas por el sindicalista, se incluyen cortes de rutas y quejas por el corte de suministro eléctrico a las fábricas cerámicas, mientras se evidencian problemas financieros internos. Además, su apoyo a otras protestas, como las realizadas por ATEN, revela un alineamiento con la vieja política de confrontación constante.
La ley de ficha limpia, que ya fue aprobada por amplísima mayoría en la Cámara de Diputados, establece que las personas condenadas por delitos graves no podrán postularse a cargos electivos ni formar parte de la administración pública. Con esta legislación, el gobierno provincial busca poner fin a las prácticas de corrupción y asegurar una mayor transparencia en el ejercicio de la política, algo que no ha sido bien recibido por aquellos que, como Blanco, se aferran al pasado.