Ni el más pesimista de los sondeos de intención de voto encargados por el gobierno de Mauricio Macri anticipó semejante debacle. En la Caa Rosada sabían que el escenario se presentaba fuertemente polarizado pero confiaban en que la ventaja que todas las encuestas otorgaban al binomio Alberto Fernández – Cristina Kirchner se limitaba a un puñado de puntos.
Lo cierto es que tras el papelón por la demora en la difusión de los datos oficiales, la Dirección Nacional Electoral informó que con el 88,17% de las mesas escrutadas el Frente Todos obtuvo el 47,34% de los votos frente al 32,25% de la fórmula integrada por Mauricio Macri – Miguel Ángel Pichetto. Más de 15 puntos de diferencia y guarismos que, de repetirse el 27 de octubre próximo, garantizarían un triunfo en primera vuelta de Fernández.
Muy lejos, con apenas el 8,35% de los votos quedó la fórmula integrada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey. Tan relegado quedó Consenso Federal que no llegó siquiera a erigirse en una tercera vía con proyección de futuro y muy probablemente pase a la historia sin pena ni gloria.(MinutoUno)