Hoy quería hablarles sobre uno de los temas que más se habla con las familias en las consultas prenatales de “cuidados del recién nacido” : ¿Por qué se dice que los primeros días en casa son los más intensos y qué no se duerme?
Familia: Llegar a casa con un recién nacido
Además de lo que le sucede a un bebé en los primeros días, hay una familia que también se transforma.
Es por eso que me gustaría traer un poco de calma, y de claridad a todos ustedes y contarles que todas las experiencias de puerperio son distintas, ya que todas las familias tienen sus particularidades e individualidades.
Ahora bien, vayamos de a poco…
¿Por qué es intenso?
Para comenzar me tomo el atrevimiento, de no llamarlo “intenso” sino distinto. Realmente, si es nuestra primer experiencia como padres, seguramente todo sea nuevo, y todo nos presente dudas, es más que habitual y es parte del nuevo proceso de conocernos como familia.
- La mayoría de los bebés al llegar a casa, puede que estén más estresados y que frente al estrés haya más demanda de puestas al pecho.
Esto sucede, porque frente al estrés el bebé busca su persona de apego y demanda más hidratación (esto es una respuesta fisiológica que los adultos también tenemos).
- No olvidemos que, durante nueve meses, sus estímulos y su rutina era una, y al nacer se encuentran en una institución, 48hs en un lugar que no se parece en nada a lo que sentían y escuchaban dentro de la panza. Por si eso fuera poco, sus personas de apego, tampoco se sienten del todo cómodos y suelen estar muy desorientados. Luego de estas primeras horas de vida, se van a “su casa”, donde todo parece un poco más familiar, pero necesitan tiempo para adaptarse y conocer la nueva rutina con ellos del lado de afuera de la panza.
- Y además, las primeras semanas las familias reciben visitas y además tienen controles médicos a los que asistir. Todo esto hace que el recién nacido esté tratando de interpretar su nueva vida
Por qué nos dicen que no se duerme nada?
- En cuanto a la fisiología del sueño podemos asegurar que, sus ciclos de sueño son bifásicos, esto quiere decir que aún no tiene el desarrollo adulto de todas las fases de sueño, pasa de la vigilia (estar despierto) al sueño y es ultradiano, porque no distingue el día y la noche (de 0 a 3 meses).
- En cuanto a la lactancia, además de ser nutrición los bebés la utilizan para conciliar el sueño más fácilmente, entre las tantas otras funciones inigualables de la lactancia humana.
- El bebé alimentado a libre demanda de leche humana, tiene un vaciado gástrico más rápido que uno que está con leches medicamentosas como ser la leche de fórmula. Esto no quiere decir que no se “llene”, sino que digiere más rápidamente y puede hacer un pedido más asiduo a la teta.
- Cómo todo mamífero bebé, le teme a la quietud de su manada, el primer mes no sabe si sus cuidadores van a velar por su seguridad mientras los depredadores anden sueltos, y por una cuestión de supervivencia buscan mantenernos en alerta. La noche está cargada de sentimientos encontrados para ellos hasta que se adapten.
Una familia que se transforma con la llegada de un bebé
No quiero dejar pasar que además de lo que le sucede a un bebé en los primeros días, hay una familia que también se transforma. Nuestros sentimientos y expectativas tienen además sus consecuencias.
- Cuando nunca tuvimos al cuidado un bebé, no sabemos qué esperar de ellos, entonces durante muchos momentos de descanso del bebé, estamos “alertas”, corroboramos si respira, si tiene calor, si la ropa le queda cómoda, si no olvidamos algo que pueda hacerle daño, etc. Cómo no estamos acostumbrados a sus movimientos reflejos o sus sonidos, todo nos preocupa y nos tiene atentos. Desde ya, esto hace que no descansemos del todo bien, aunque el bebé sí lo esté haciendo.
Como doula y puericultora, suelo proponerles a la familia, que hagamos una pausa, no pongamos metas ni expectativas, que podamos reflexionar sobre lo trascendental que hemos vivido en estas pocas horas de mapadres, desde el parto a la llegada a casa. Que podamos darnos espacio a dudar, a tener miedos y a que todo parezca caótico. El tiempo nos va enseñando a conocernos, y acomodarnos a la nueva rutina. Es clave dar lugar a lo que sentimos y lo que siente nuestro bebé, ayudarles en anticipar al bebé todo lo que suceda, ir armando rutinas para que para todos sea más fácil adaptarnos, y fluir. Es una etapa increíble, llena de desafíos, no dejen de tener a mano el teléfono de sus puericultoras y pediatras, que son los que seguramente, nos puedan dar calma a muchas de las inquietudes de estos primeros días.
Doula y Puericultora