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Familia: El atardecer y los bebés

Muchas familias refieren que, es muy difícil poder "hacer dormir" a sus hijos en este horario, y que suelen estar irritables o molestos.

¿Llega el atardecer y sentimos que nuestros bebés se ponen más inquietos?, ¿ sentimos que no podemos ofrecerles calma?, ¿sentimos que siempre que llega esa hora todo es un caos en casa?, ¿Qué está sucediendo?

Durante muchos años en diferentes culturas se lo ha llamado “la hora de las brujas”, coincide con el horario donde nuestro sistema inmune está más activo y el peso del día “cae” sobre nuestro cuerpo. Me gustaría aclarar que esto no solo le ocurre a los bebés, sino que a los adultos también. En el caso de los bebés, es más difícil para ellos lidiar con esta sensación en particular que para nosotros.

Muchas familias refieren que, es muy difícil poder “hacer dormir” a sus hijos en este horario, y que suelen estar irritables o molestos.

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Y vamos a ir por parte con esta oración. Comenzaremos por el sueño y luego hablaremos de la irritabilidad.

Por un lado, lograr conciliar el sueño, es un desafío para los niños durante los siete primeros años de vida. Nosotros no podemos “hacerlos dormir”, solo acompañamos el proceso. El sueño es evolutivo y al igual que el control de esfínteres cada niño madura a su tiempo.

Cuando los bebés son recién nacidos, la regulación del sueño tiene momentos en los que parece estar todo maravilloso y otros que parece un caos. Puede que, un mes descanse de manera regular y otro que sea imposible lograr una rutina. Y en algunos casos, para las familias que están con lactancia a libre demanda, dudan si el bebé se quedó con hambre o si realmente está pasando otra cosa, porque en este caso piden con más frecuencia la teta.

Y lo que tengo para contarles, es que al igual que el adulto, los bebés tienen muchos despertares nocturnos, pero a diferencia nuestra, ellos no concilian el sueño solos y nosotros sí.

Dormir con la “panza llena”, es mucho más fácil para ellos, por eso muchos bebés lo usan como recurso fisiológico. A veces son solo unos chupeteos y se duermen. ¿Y por qué hacen esto? Porque la lactancia es más que nutrición. Les da refugio y calma también.

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Familia: El atardecer y los bebés

Familia: El atardecer y los bebés

Haciendo un paréntesis, les cuento que existen dos tipos de succiones que realiza un bebé: la “succión nutritiva” y la “no nutritiva”. Como bien dice su nombre, la nutritiva tiene como objetivo alimentar, y la “no nutritiva” es placentera, relaja el estrés y desarrolla la musculatura maxilofacial y arcos dentales de los bebés. Más adelante este desarrollo servirá para comer alimentos sólidos, para el habla, entre tantas otras funciones.

En cuanto al tema de la ”irritabilidad”, primero debemos descartar que no haya algún problema de salud, es por eso que siempre debemos consultar al pediatra.

Pero si el pediatra nos dice que no hay una razón a nivel salud, podemos asociarlo a este malestar que ocurre en las primeras horas después del atardecer. Es algo pasajero, a lo cual ellos como nosotros vamos a ir acomodándose.

Como les mencionaba anteriormente se lo relaciona con el correcto funcionamiento del sistema inmunológico y perfectamente normal.

Este malestar propio del atardecer y nuestro sistema inmune es acompañado de más pedido de atención, más upa o más teta. Abrazar estos momentos y confiar que no es eterno es clave, ya va a pasar. Mi recomendación es pedir ayuda si sentimos que estamos sobrepasados o dudan de lo que sucede, no dejen de consultar con su pediatra y con su puericultora.

Les recomiendo leer a Rosa Jové especialista del sueño infantil

Lali Zurzolo

Duola y Puericultora