Entrevista exclusiva con Alfredo Roca: “Hemos incursionado en un nuevo estilo y adaptándonos al paso del tiempo”

Al comienzo de la charla, Alfredo remarca: “Yo siempre tengo un dicho muy personal mío, y es que la vinicultura siempre está en avance permanente, o sea es una renovación permanente. Entonces, yo digo que nuestra dedicación se vive a futuro y si nos damos vuelta atrás perdemos el tiempo”, pero aclara: “hoy quiero revertir mi dicho.”

Con esas palabras, el licenciado en enología y gran creador de su Bodega y Viñedos explica la historia que marcó su vida, desde la época en donde sus abuelos llegaron a la Argentina y destinaron sus esfuerzos en las tierras de San Rafael, hasta contar hoy con tres hijos que trabajan con su misma profesionalidad y estilo a la hora de brindar un producto de renombre.

“Nuestros abuelos, tanto los de mi esposa como los míos, llegaron como inmigrantes en el año 1912 a San Rafael, Mendoza. Ellos venían de Italia y de España. Se radicaron en San Rafael y se dedicaron al cultivo de la vid porque su zona de dónde venían eran vinicultores”, cuenta Roca.

Y afirma: “Yo siempre digo que fueron como si hubiesen sido de toda la vida grandes empresarios. Ellos comenzaron plantando Malbec y hoy Malbec es un emblema de Argentina en el mundo”. Visionarios y con el alma emprendedora, los inicios de la Bodega y Viñedos Alfredo Roca ya comenzaban a forjarse en ese entonces.

Alfredo es Licenciado en Enología. El mismo aclara que no fue elección suya, sino de sus padres. Sin embargo, la pasión se incrementó de manera inmediata, la cual se transmitió a sus tres hijos, Alejandro, Graciela y Carolina Roca para desarrollar vinos de una manera noble, comprometida, responsable y constantemente innovadora.

“Yo siento mucha alegría por nuestros padres y abuelos, por como desarrollaron ellos sus ideas en su emprendimiento. Siempre fuimos habitantes de San Rafael, nuestros hijos estudiaron todas sus carreras dentro de lo que es Mendoza. Alejandro hoy es Licenciado en Enología y está a cargo de la presidencia de la empresa, mientras que Graciela maneja el mercado interno en el sector comercial. Carolina, por su parte, se ocupa en todo lo referente a exportación y al equipo de administración.

Fue en el año 1976 cuando Alfredo concretó su sueño de tener un establecimiento propio para la elaboración de las uvas provenientes de los viñedos de la familia. Según sus palabras a este medio, y recién 12 años después logró adquirir el 100 por ciento de la Bodega. “En aquella época la vinicultura tenía altos y bajos, mis socios decidieron desistir y yo compré. Y allí, con ayuda de mi esposa comenzamos a posicionarnos en el mercado nacional e internacional”, relata.

El año 1987 fue especial. Así lo refleja Alfredo, quien explica que fue cuando, junto a Gladys, realizaron el primer viaje al exterior y participaron en un Concurso Internacional de Vinos en Francia: “Fue una experiencia extraordinaria, logramos una medalla de bronce con Malbec y medalla de oro con un Merlot y con un Blanco. Nos cambió la manera de pensar en el mercado”, detalla.

En total sus viñedos forman 114 has. que se reparten en tres propiedades: Finca La Perseverancia; Finca Los Amigos y Finca Santa Herminia. Las variedades que cultivamos son: Malbec, Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot, Pinot Noir, Tempranillo, Bonarda y Sangiovese entre las tintas y Chardonnay, Chenin, Sauvignon Blanc y Tocai (o Sauvignonasse) entre las blancas.

El enólogo define como “algo sumamente extraordinario” la incorporación de sus tres hijos en la búsqueda de la excelencia de sus vinos, los cuales son el alma de empresa familia: “Alejandro en especial, con el trabajo en conjunto con un ingeniero agrónomo es quien dirige e indica la uva que nosotros queremos obtener año tras año en nuestros propios viñedos”, explica Roca.

“Nuestros hijos son los dueños y administradores, supieron jerarquizar y llevar a nuestros vinos al excelente nivel que hoy tienen. Eso es un gran detalle, hicimos un cambio interno muy positivo. Aprendimos muchísimo en el viaje a Francia y vimos el cambio generado en el mundo de los vinos a nivel mundial. Eso es lo que hoy desarrollan nuestros hijos con tanta profesionalidad”, asegura Alfredo.

Al consultarle por los valores que destacan a su empresa, el enólogo responde: “la calidad de nuestras uvas y la elaboración de nuestros vinos con esa uva propia es sin duda algo muy importante, porque nuestra producción es 100 por ciento nuestra. Los vinos de alta calidad siempre nacen desde los viñedos”.

Alfredo Roca conlleva un enorme profesionalismo, y el mismo expresa que todos los integrantes que conforman la Bodega y sus viñedos lo hacen de igual manera: “todos los que nos hemos integrado en cada etapa del proceso tenemos un compromiso de honestidad y de un gran trabajo diario”.

El esfuerzo de la familia Roca ha sido más que constante. Alfredo explica que siempre han privilegiado con Gladys el mantener “una gran armonía familiar, la cultura del trabajo y el esfuerzo” como ejes principales para alcanzar el éxito: “sin ellos no podríamos”, sentencia el enólogo.

Desde 1905, cuando sus padres supieron transmitir “el amor por el trabajo de la tierra y el esfuerzo necesario para progresar”, la Bodega funciona con estos mismos valores, que fueron transmitidos a sus hijos casi como si el tiempo no hubiese pasado: “cuando yo hablo de mi familia logró tocar el cielo con mis manos. Me da una gran paz de haber logrado transmitir mi pasión a mi familia. Es importantísimo sentir orgullo por nuestros hijos”, afirma Alfredo.

Y amplía: “Les he transmitido el deseo de llevar adelante nuestra empresa. Hemos incursionado en un nuevo estilo y adaptándonos al paso del tiempo. Supimos incrementar nuestra posición en el mercado interno y externo”.

Y los números comerciales y de ventas reflejan lo que el fundador de vasta experiencia en vinicultura explica a este medio: “Nosotros tenemos, desde aquel viaje a Francia hemos logrado tener un 70 por ciento de nuestra producción dirigida al comercio exterior, y el 30 por ciento restante va al consumo interno. A nivel anual producimos 800 a 900 mil litros de vinos propios. Eso equivale a 90 mil cajas de 11 botellas, aproximadamente”. Un número más que resonante en una industria donde el cliente privilegiará la calidad y excelencia del vino.

Otro de los conceptos importantes en los que Alfredo hace hincapié es en el conocimiento de las tierras de San Rafael: “es fundamental. Ya somos la cuarta generación de vinicultores aquí por lo que nos da mucho conocimiento. Para nuestra familia este lugar ha sido determinante por su tierra, la amamos y año tras año nos regala vinos que no nos dejan de sorprender”.

Roca manifiesta: “San Rafael por su latitud sur aporta vinos de mucha calidad, se destacan por su frescura, tanto en blancos como en los tintos. En estos últimos se destaca mucho el desarrollo de vinos de gran elegancia y personalidad. Eso tiene la gran diferencia en ser una zona diferencial como lo es san Rafael, al sur de la Provincia de Mendoza”.

“Hemos desarrollado nuestro estilo de vida con una gestión de la bodega focalizada. Tenemos una línea muy amplia de productos”, señala Alfredo. La cosecha 2020, tal cual explica el Licenciado en Enología, “ha sido una producción de calidad que hacía 15 años no se obtenía en las uvas y vinos”.

“Dedicación familiar, vinos con alma” sintetiza los valores y el compromiso de Alfredo Roca. El prestigio de sus vinos, tal como explican sus dueños, es resultado del esfuerzo constante en obtener una excelente materia prima, realizar una adecuada cosecha de la uva y una muy buena elaboración y guarda del vino.

La empresa mantiene una excelente presencia a nivel internacional, representando a Argentna en los mercados más importante de la industria de los vinos. Para conocer más, podés ingresar a  http://www.rocawines.com/ (Ruta Provincial 165 esq. calle La Pichana Cañada Seca, San Rafael, Mendoza, Argentina. Teléfonos  +54 260 4497250 / 4497117 / 4497194).