Todos los 17 de noviembre se busca visibilizar la preocupación mundial sobre los niños prematuros. Impulsada por primera vez en el año 2009, por la fundación europea para el cuidado de prematuros (EFCNI).
Embarazo y familia: día del prematuro
En esta columna orientada a las familias, la importancia de realizar controles antes y durante el embarazo.
“La prematurez es la principal causa de ingreso a las unidades de cuidados intensivos neonatales y ejerce una marcada influencia sobre la mortalidad infantil.”
Hoy sabemos que la prematurez es una condición biológica, con prevalencia en aumento a nivel mundial de origen multifactorial, incluyendo para los bebés que nacen con esta condición, "largos períodos de recuperación y plazos de seguimiento muy extensos. Necesitan, además, de equipos humanos y servicios especializados que den respuesta a las distintas necesidades en las etapas de la vida que van atravesando.” Unicef
Es por eso que es fundamental para prevenirla, no olvidar los controles antes y durante la gestación, éstos nos permiten conocer si existen factores de riesgo o si la persona gestante es portadora de enfermedades infecciosas (como ser hiv/sida, hepatitis, sífilis y otras) para indicar tratamientos y profilaxis recomendados. El riesgo de tener un hijo prematuro es mayor si la persona gestante es adolescente, ha tenido muchos partos (multiparidad), no tiene una buena alimentación, si tiene anemia, desnutrición, fuma, consume drogas o alcohol, exceso de actividad física y trabajo con esfuerzo.
Y recordar que los controles de la gestación además posibilitan el diagnóstico de gemelos o mellizos y la detección temprana de complicaciones, como la hipertensión arterial o los problemas de crecimiento del feto, que pueden hacer que el bebé nazca antes. Además, cuando existen posibilidades de prematurez, la díada debe recibir prescripción de corticoides antes del parto para ayudar a que el bebé se adapte mejor a la vida fuera del útero en caso de que nazca antes de término.
Un dato que no es mejor y que aquellas familias que ya tuvieron un parto antes del término tienen entre 5 y 7 veces, se estima que tienen más posibilidades de volver a tener un bebé prematuro que aquéllas que tuvieron sus niños en término.
Ahora hablemos de derechos:
- Todo nacimiento prematuro debería ocurrir en el lugar adecuado. Esto implica que, ante la eventualidad de un parto prematuro, debemos apoyar a las familias para que, el nacimiento se produzca en una institución que cuente con el personal entrenado y con disponibilidad de recursos de diagnóstico y tratamiento para la atención de los recién nacidos prematuros.
- Cada centro de salud debe trabajar en forma coordinada con centros de mayor complejidad, dispuestos a recibir a una persona gestante con trabajo de parto prematuro.
- El mejor medio de transporte de un bebé es el útero, por eso es mejor trasladar a la persona gestante que derivar al recién nacido luego del parto.
- El Estado debe establecer un sistema de regionalización, de tal manera que la derivación de la familia y/o del recién nacido, sean efectuados con la mayor celeridad y eficiencia, sin importar la zona del país donde el nacimiento prematuro ocurre.
- La atención de un recién nacido prematuro debe ser individualizada teniendo en cuenta sus riesgos y todos los factores que rodean su nacimiento en particular.
- Existen diferencias entre los recién nacidos de parto prematuro dependiendo de la duración del embarazo: nacer a las 27 semanas de gestación no es lo mismo que nacer a las 34, y ésto condiciona diferentes grados de madurez.
- Los prematuros que nacen con corta edad de gestación suelen permanecer internados en neonatología por períodos de tiempos extensos: un trimestre, medio año, algunos aún más tiempo.
- El rol de las enfermeras y los enfermeros tiene un valor primordial en el cuidado de los recién nacidos prematuros. Por eso, el personal de enfermería de las unidades neonatales debe estar altamente capacitado en la atención de estos bebés.
- En nuestro país cada vez son más las enfermeras y enfermeros especializados en la atención neonatal, pero hay maternidades y hospitales que aún no cuentan con el número óptimo recomendado para atender a los prematuros.
- Las sociedades científicas del mundo recomiendan la leche materna como el mejor alimento para el niño nacido de parto prematuro, ya que le da protección inmunológica, favorece su crecimiento y neurodesarrollo y brinda bienestar emocional, tanto para el niño como para la madre, en la situación de alto estrés que ambos atraviesan.
- La lactancia materna es dificultosa en prematuros, más aún si se trata de un bebé de edad gestacional muy baja; pero nunca es imposible. Las estrategias de promoción desde los primeros días de vida y sostenidas a lo largo del primer año suelen ser exitosas. La presencia de la madre junto al niño y la posibilidad de acercamiento permanente favorecen notablemente el resultado.
- El nacimiento antes del término frena el desarrollo normal de una de las capas fundamentales del ojo, llamada retina, imprescindible para la visión. Ésto se conoce como ROP (retinopatía del prematuro). Es por eso que los exámenes periódicos (fondos de ojo) son esenciales para determinar la madurez de la retina y detectar la aparición de algún grado de ROP, aunque la enfermedad no es totalmente evitable. Los controles deben comenzar a las 32 semanas de gestación y continuar hasta que la retina complete su maduración. Luego de ese momento ya no hay riesgo de ROP. Todos los niños prematuros en riesgo de tener ROP deben ser controlados en tiempo y forma por oftalmólogos capacitados en esta enfermedad. Los padres deben ser informados sobre la evolución de su bebé y sobre la necesidad de controles de la retina durante la internación y luego del alta (cuándo y quién controlará a su hijo). Recordemos que si en un control el oftalmólogo detecta una ROP grave, el bebé prematuro debe recibir tratamiento con láser, idealmente dentro de las 72 horas del diagnóstico. Un niño que padece ROP grave tiene necesidades especiales de atención en salud y educación que deben ser provistas tempranamente.
Como puericultora acompaño muchas familias con bebés prematuros, no es una etapa fácil, nunca estamos preparados para “la NEO”. La recomendación es no hacer todo solos, busquen ayuda, armen redes y tengan en cuenta sus derechos.