Al principio, el ruido sobre ruedas en el hormigón era seguido de un “salgan de acá”, hoy en cambio, se convierte en motivo de orgullo en la ciudad cordillerana. Al día de hoy, por lo menos 60 alumnos -de la edad de los 5 años a los 40- practican este deporte en la Escuela Municipal de Skate, y aguardan ansiosos, la finalización de la obra del Skatepark.
Facundo Vial Sotomayor “Facu”, joven deportista y versátil en todos los deportes extremos y de montaña, nos cuenta cómo se desarrolló el skateboarding en San Martín de los ANdes, y cómo se preparan todos los que practican este deporte para recibir la apertura del Skatepark del Parque Lineal Pocahullo.
“El skate llegó a mi vida desde muy chiquito, iba a las tiendas de skate y veía las ruedas y lo sentía como cuando a un nene le regalás una pelota de fútbol o un juguete. Para mi, el solo hecho de tener una ruedita y verla, me daba un cosquilleo en el estómago”, fue lo primero que dijo “Facu” al DIario 7 Lago.
“Yo me crié en San Martín de los Andes, si bien nací en Neuquén y me vine de pequeño a este pueblo. Primero me familiaricé con la montaña y de ahí empecé con el snowboard, donde hice un grupo de amigos que andaban en skate, y así arrancamos juntos a patinar acá, a pesar del clima que a veces no lo permitía; por eso íbamos frente a un conocido hotel de la ciudad, donde teníamos un lugar cubierto con un techito, o cualquier lugar rebuscado donde no nos mojáramos tanto. Al principio siempre fue en la calle, y fue la calle la que nos dio la bienvenida con el skate”, continuó.
Luego agregó “más adelante me mudé a Neuquén con mi mamá y ahí conocí el skate de verdad, descubrí que aparte de ser una diversión y una pasión, quería crecer en este deporte”. Siendo ya un joven muy viajado, Facundo recorrió el mundo tanto por el snowboard como por el skate, siempre sobre una tabla con o sin nieve. Durante su charla, contó que su primer encuentro con el skate profesional se dio en Europa, cuando se hizo amigo de un grupo llamados “Los Nichis”. “Me enseñaron mucho, y una de las cosas que más valoro fue su humildad, que siempre llevan como una bandera, aún siendo figuras mundiales en este deporte”.
Actualmente, “Facu” vive en San Martín de los Andes y es un trozo de historia viva del skate local. ENtre la cantidad de actividades que realiza, están las de ser profesor en la escuela municipal de skate, que funciona desde hace 2 años, y también es una de las personas que sigue de cerca la obra del skatepark del Parque Lineal Pocahullo.
“Hoy en día, es necesario que haya pistas y skateparks. No reemplazan a la calle, pero es algo suma mucho. Además es un deporte Olímpico, por eso es necesario asegurar que haya espacios aptos para aprender y practicar el deporte. Tener una pista en cada ciudad es normal, hace falta para que un chico progrese; hay dos caminos, el que va por diversión y cambiar el chip, o el que va y se lo toma como profesión y necesita entrenar. Para las dos clases es necesario, las dos formas necesitan el espacio apto. Hoy se toma en serio al skate, ya no está más el prejuicio que tenía antes”, indicó el joven deportista.
Consultado acerca de la nueva obra del skatepark, “Facu” manifestó “está quedando muy buena. Me parece importante porque para hacerla tuvieron en cuenta el ojo de skater, porque consultaron a los que practican este deporte, que son los que mejor saben cómo tiene que ser. Muchas veces pasa que se hacen skatepark, con las mejores intenciones, pero sin consultar a los que practican el deporte, entonces se termina armando algo que no sirve, que puedo poner en riesgo a los que la usan y se derrocha recursos. Acá, en cambio pasó otra cosa, porque hay una persona que está involucrada, se llama El Manteca, es skater y viene continuamente para ver como va la obra, además sabiendo mucho de construcción”.
El skatepark de San Martín de los Andes va a tener muchas transiciones, va a tener un bowl, cuartes, su parte de street. “Esperamos que el material sea cemento alisado pulido, en especial por el tema del clima y las heladas; también pedimos que tengan en cuenta las juntas, que estén bien hechas para que dure un buen tiempo”, aclaró.
Más adelante, Facundo señaló que “mientras se termina la pista de skate, nos juntamos en el Gimnasio Chango Soria. La escuela crece cada vez más, chicos desde los 5 años hasta los treinta y largo (es decir los chicos y sus papás). Tenemos iniciantes uno y dos, y luego los más grandes. Son alrededor de 64 alumnos que van a aprender skate todas las semanas”.
Finalmente, y no menos importante, indicó que “en el skate también se aprende a los golpes. Es necesario empezar de apoco, y siempre respetar tu nivel.Nosotros les enseñamos a los chicos todo lo que involucra al skate, la partes que tiene la patineta, sus ruedas, lija, rulemanes, de que lado se patina, si es regular o gufi, los agrupamos por niveles; pero lo principal es que ante todo siempre haya diversión, cuando uno se divierta progresa, si no te divertís no avanzas. Yo quiero que se lo tomen con diversión, y que después ellos elijan su camino. También pasa algo muy interesante, porque en la escuelita se juntan chicos que provienen de realidades diferentes, y que comparten todos entre sí este espacio de diversión y aprendizaje; yo creo que el skate une a la gente diversa. Es más, tenemos algunas patinetas de más y materiales para los casos en donde hay chicos que no tienen, igual es todo a pulmón, esto lo conseguimos por eventos que hacemos nosotros, la colaboración de padres y la municipalidad”.
Foto: Leonardo Koller.