En el marco del Día Internacional del Orgullo y la Diversidad, se realizará por primera vez una nueva marcha en San Martín de los Andes, en este marco Diario 7 Lagos entrevistó a Contia Rodas para conversar sobre los Consultorios Amigables que funcionan en la ciudad para atender a las personas interesadas en la diversidad de género. En esta nota, enterate cómo funcionan estos espacios en los que profesionales médicos acompañan a aquellas personas que buscan cambiar su identidad.
Día del Orgullo LGTB: Conocé cómo funcionan los Consultorios Amigables de diversidad de género de San Martín en los Andes
En diálogo con Diario 7 Lagos, Rodas, médica general y referente de Consultorios Amigables de San Martín, cuenta que se trata de un espacio de acompañamiento para todos aquellos que tienen inquietudes respecto de su identidad de género.
Rodas señala que el foco está puesto sobre hacer un tratamiento integral de las personas. Se busca garantizar la accesibilidad integral a la salud. En contraposición a la estigmatización o discriminación, en este consultorio se abre las puertas y se guía en un camino muchas veces desconocido.
Los Consultorios Amigables de San Martín funcionan en el hospital y en los diferentes centros de salud de la localidad:
“Los que más se atreven son los adolescentes, los colectivos hoy en día nos van marcando el tiempo. Consultan con mucha información. Son por ahora pocos porque todavía no saben que existen estos espacios. Ojalá se puedan sumar muchos más”, resalta Rodas respecto de la población que asiste actualmente a los consultorios.
En el Consultorio Amigable se trabaja en el acompañamiento de las personas, se marca el camino hacia el equipo interdisciplinario que hay Neuquén, capaz de llevar adelante procesos de hominización.
A nivel local, estos consultorios son el primer lugar de recepción, son esos lugares que muchas veces le falta a la población lesbiana, gays, bisexuales, travestis, transexuales, transgénero, intersexuales y queers. Se da información sobre cirugías, tratamientos, se realizan diagnosticos tempranos, prevención de enfermedades y se dan habilitaciones para derivar a otros profesionales.
Si busca revertir la realidad de una población históricamente marginada. “El promedio de vida de una persona trans es de 35 a 45 años. Esas son cosas que me preocupan y se deben cambiar. Es una deuda de la salud pública”, analiza Rodas.
Por último, en este este espacio se busca inculcar el respeto y generar un cambio de paradigma, pero no solo para los adultos sino desde la infancia. Hacer un abordaje de esta temática desde la infancia, generar los espacios para que una persona de cualquier edad pueda expresarse y pueda estar contenida en el caso que lo necesite.