A veces tengo ganas de ser niño. Así comienza un poema neuquino que me recuerda esta película. En mi época, solo nuestra imaginación y nuestra fantasía eran las productoras de nuestro cerebro. Nos hacían ver nuestro mundo privado. Todo era creado por nuestra fantasía, impulsada por nuestros héroes (los que nos comprendían y conocían nuestro lenguaje: nuestros abuelos), los que nos contaban cuentos. Cuentos que se hacían realidad cuando teníamos una pérdida. Cuando somos niños perder un diente era realmente dramático. Lo único que nos salvaba era nuestra fantasía, esa reparación que construíamos cuando el abuelo nos decía que “por cada diente teníamos una recompensa” y era el Ratón Perez el que nos salvaba de perder aquella parte de nuestro ser tan querida: nuestro diente. Con el correr de los años los niños de todo el mundo conocieron la historia del abuelo que con todo su amor le contaba a su nieto el cuento del Ratón Perez. Y todos querían su gratificación que le daba el Ratón Perez.
Crítica: Llega el estreno de “El Ratón Pérez”
Pero la historia no termina allí. Con el tiempo, el malvado Crudo, un niño que nació sin que le contaran cuentos, odiaba la fantasía y por ende tenía poca imaginación. A tal punto que odiaba al Ratón Perez. Decía, el Raton Perez no existe y todos los cuentos que están en el libro Mágico (que contiene todos los cuentos más hermosos escritos por la humanidad deben desaparecer). Mar, una niña de 8 años, junto con sus amigos Los Lunnis, se enteran de semejante plan y deciden ayudar al Ratón Pérez. El plan es rescatar el Libro Mágico. La puerta de entrada era la tapa del libro.
Lo importante es que tenía un diente de un dragón. Entonces “Mar” y Lunnis se dan cuenta que Mar tiene un collar con el diente de un dragón igual al de la tapa. El solo hecho de acercarlo, la magia surte efecto y todos entran al libro. Recorren todos los cuentos más famosos, Merlín, Pinocho, Alicia, y todos aquellos que le den una pista de Crudo el villano que quiere destruir el Libro.
Es en esa parte de la película que comienza la colorida, maravillosa aventura de los Lunnis, Mar y el Ratón Perez para salvar al mundo de fantasía que el malvado Crudo quiere hacer desaparecer.
Comentando esta película me llevo a ver la excelente integración que hace el Director con la variedad de personajes, tales como marionetas, dibujos animados, actores reales y una historia que todos los niños van a disfrutar porque conocerán a los personajes más famosos de la literatura infantil. Pedagógicamente, un acierto. Cinematográficamente, un hallazgo histórico-cultural del cine animado-infantil.
Director Juan Carlos Buscarini
Reparto: Clara Alonso; Sebastián Blanco y Tomás Pozzi
Origen: Argentina – España TANDEN FILMS / PAMPA FILMS
APTA PARA TODO PÚBLICO – VALORIZACION: 7, ½ DE 10
HECTOR JOSE
Comentarista y Escritor
“Villa La Angostura, de la naturaleza al cemento” – Ed. Autores de Argentina
Obra presentada en la 43° Exposición Internacional del Libro de Buenos Aires.