Este viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que la emergencia de salud global por COVID-19 ha llegado a su fin. Es hora que los países aborden la pandemia como una enfermedad que ha llegado para quedarse y debe gestionarse como otras enfermedades infecciosas, de acuerdo con lo estipulado por la mencionada entidad. El comité de expertos independientes de la institución recomendó la finalización de la emergencia sanitaria declarada en enero de 2020.
No obstante, la entidad enfatizó que la pandemia no ha terminado y señaló recientes picos de contagios en el sureste asiático y Medio Oriente. Miles de personas en todo el mundo siguen luchando por sus vidas en unidades de cuidados intensivos, y millones más continúan con los efectos debilitantes de la condición post-COVID. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que la pandemia de COVID-19 no ha terminado como una amenaza para la salud global, y que la semana pasada, el virus se cobró una vida cada tres minutos.
Aunque la OMS ya no considera la pandemia como una emergencia sanitaria global, sigue siendo un problema grave y requiere una estrategia coordinada internacionalmente para enfrentarlo. Se utiliza el término "emergencia de salud pública de interés internacional" (PHEIC) cuando el brote de una enfermedad afecta a más de un país y se requiere una estrategia coordinada internacionalmente para enfrentarlo. Además, debe tener un impacto serio en la salud pública y ser "inusual" e "inesperado".
Siguen las prevenciones por el COVID
La decisión final sobre si habrá o no una emergencia de salud pública de interés internacional recae en el director general de la OMS, que actualmente es el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus. La entidad ha trabajado en estrecha colaboración con los países para desarrollar y distribuir vacunas contra COVID-19. Sin embargo, a pesar de la disponibilidad de las vacunas, la pandemia sigue siendo una amenaza importante para la salud pública en todo el mundo.
La OMS insta a los países a continuar con las medidas de prevención, como el distanciamiento social, el uso de mascarillas y la higiene adecuada de las manos, y a continuar con las estrategias de detección, diagnóstico y tratamiento para controlar la propagación del virus. El COVID-19 ya no atormenta al planeta como en el 2020, pero de igual modo piden no olvidarse de él.