La Cooperadora de padres de la escuela N°353 de Villa la Angostura es una de las más antiguas y las más activas, conforma un ejemplo de persistencia en el paso de los años en post de un objetivo único: generar las mejores condiciones para los alumnos. Conocé por dentro la experiencia.
Cooperadora N° 353, la voluntad inagotable de padres angosturenses para la estadía de sus hijos en la escuela
En diálogo con Diario 7 Lagos, Silvia Giménez, una madre integrante de la cooperadora, cuenta que hace dos semanas terminaron de concretar una nueva actividad destinada a mejorar las condiciones del patio de la escuela, lugar de encuentro y juego para todos los chicos.
“Fuimos a pintarlas mesas que habíamos hecho años anteriores, desenterramos la rayuela que cuando el municipio arregló el playón habían quedado enterradas y se hizo una jornada de limpieza porque había bastante basura”, detalló la madre.
Silvia cuenta que participa de la cooperadora hace por lo menos 7 años, pero la historia de este grupo de padres es anterior, es de legado y se extiende en el tiempo. El espíritu de la cooperadora sigue existiendo pese a que los tiempos corren y que los protagonistas no son los mismos.
Si bien no tienen entidad legal, la cooperadora de padres de la escuela N°353 es una “institución” presente y sigue proyectando seguir colaborando en la mejora de los espacios de la escuela.
En esta tarea acumulan en los últimos tiempos la construcción de un juego de madera al cual le gustarían agregarle hamacas, la idea de poner una rayuela, un tatetí humano la instalación de un aro de básquet, comprar juegos de mesa, un televisor, solo por mencionar algunas acciones.
Para el futuro se proponen trabajar en el mejoramiento de los desniveles de tierra que hay en el exterior de la escuela y analizan un proyecto de rediseño para todo el patio. La labor de este grupo padres no para.
“Vamos resolviendo por contacto las necesidades de la escuela y para la parte final del año tratamos de hacer jornadas para que la parte exterior este habitable para los chicos, para que puedan disfrutar del espacio”, relata con sencillez Silvia respecto de esta tarea que necesita de la coordinación y la predisposición para trabajar codo a codo por el bien común de sus hijos.
La labor de este espacio para padres en beneficio de los alumnos sigue su curso e deja la puerta abierta para todos aquellos que también quieran aportar su granito de arena a una casa en la que se deja todo por los chicos.