Merci Ramona es un emprendimiento angosturense que deslumbra al hablar de moda, combinación y estilo: detrás de una gran variedad de calzado y marroquinería, su creadora e ideóloga, Daniela Dinardo, dialogó con Diario 7 Lagos sobre el crecimiento de su marca, cómo es sostener un emprendimiento en pandemia, y la inminente inauguración de su showroom.
Conocé Merci Ramona, la marca de zapatos de una emprendedora angosturense que combina diseños modernos con estilo vintage
Licenciada en Marketing, Daniela vivió gran parte de su vida alejada del mundo de los zapatos. Sin embargo, un día algo se despertó en ella, y su proyecto independiente tomó forma devenido en una realidad: “Esto arrancó hace dos años, me fui a Buenos Aires estando embarazada, hice el curso de zapatos embarazada de mi segundo hijo. Volví al mes y comencé a emprender”, explica.
Al llegar de nuevo a la localidad, Daniela se contactó con talleristas en Bariloche, con quienes trabajó en la confección de sus primeros zapatos “desde cero y con mucho trabajo”, en palabras de la emprendedora.
“Llego un punto que tenía una demanda importante como para necesitar más producción y el taller de Bariloche me empezó a quedar chico, no podíamos avanzar. Estaba haciendo entre cinco y seis pares, y yo necesitaba más cantidad. Y bueno, me puse a buscar talleres en Buenos Aires”, relata Dinardo.
Hasta marzo –mes en donde la pandemia por Coronavirus en Argentina comenzó a resonar con fuerza- Daniela buscó talleres para acrecentar su producción. “Recién en marzo logré encontrar con quienes estoy trabajando ahora. Sucedió todo en pandemia. Es algo increíble”, cuenta la ahora diseñadora de calzado y marroquinería.
De esta manera, Daniela trabaja con un taller en Buenos Aires y otro en Ramallo: “a ellos les informó cómo quiero que sean mis modelos. Les paso los diseños de todos los productos, cueros, combinaciones, cierres, tiras y ellos los ejecutan”. En Buenos Aires, se confeccionan zapatos mientras que en Ramallo, marroquinería: billeteras y carteras.
“Es un emprendimiento chico, soy yo sola soy madre, ama de casa, diseñadora, vendedora, cobro, manejo la administración, como cualquier emprendedor. Mi estrategia es tener un producto de primera calidad a un precio accesible para todo el mundo. Es un precio para que alguien que trabaje en un trabajo normal pueda comprarse un par de zapatos que le guste, y no esté todo el año pagándolo. Que tengan la posibilidad de en breve, comprarse otro. De hecho me pasa, tengo clientas que se han comprado hasta cinco o seis pares de zapatos”, relata Daniela.
Dinardo se refiere al contexto atípico que se vive a nivel local y también a nivel nacional, sumado a las dificultades que atraviesan los emprendedores para desarrollar su negocio y sus ventas: “Desde que arranque todo es esfuerzo, sacrificio, las 24 horas estar online y responder todas las consultas, hacer todo lo que se puede para que funcione un proyecto en pandemia, y empujado con inversión totalmente mía”.
En tanto, la emprendedora cuenta que vive en Villa La Angostura hace seis años: “viví en capital hasta los 34, y quería un cambio en mi vida: hacer algo diferente. Nos vinimos entonces para acá con mi marido, tuvimos hijos y luego emprendimos proyectos independientes”, explica en relación a sus inicios en la localidad.
Con un amplio recorrido, el circuito de confección de los zapatos es extenso: “Los cueros se compran en Buenos Aires, viene de la moldería, hay que cortarlo, mandar a coser, armar en una horma, después se agrega la suela, se “lija” toda la suela, se regresa al taller y se deja óptimo para meterlos adentro de la caja. Todo eso va a un transporte y luego me llega a mí. Pasa por muchas manos previamente”, detalla la creadora de Merci Ramona.
Además, sostiene que “casi todas sus ventas son a través de Instagram” por lo que la importancia y atención brindada a las redes sociales desde el emprendimiento es cada vez mayor. Sumado al comercio online, en las próximas semanas la marca abrirá un showroom en la localidad, lo que hará físico un crecimiento agigantado en cuestión de meses atravesados por el Covid-19.
“Es un lugar con oficina que comparto con unas amigas, tengo toda la planta alta yo. Será una exposición y más expedición que venta, va a estar bueno porque se van a poder probar los zapatos aquellas que me consultan a través de las redes”, remarca la emprendedora, quien se encuentra dejando óptimo el sitio a fin de poder llegar a su apertura días previos al Día de la Madre, el próximo 18 de octubre.
“Con el showroom ya por nacer, mi idea es siempre que los zapatos sean de primera calidad. Que los cueros y la confección sea la mejor. Siempre intento dar lo mejor a mis productos. Incluso he vendido pares personalizados. Es un valor agregado que disfruto y a todos mis clientes eso les genera mucha gratitud”, afirma.
Merci Ramona: la particular historia de un nombre cargado de señales y emoción
“Cuando me preguntan por el nombre de mi emprendimiento, yo siento que cierra un círculo. Ramona era la abuela de mi marido. Todo esto surgió porque cuando ella falleció hace 4 años mi suegra me separó un par de cosas que eran de ellas, todo muy vintage: un cofre con perlas, un sobre forrado en cuero. Quizás de hace 70 o 50 años atrás. Eso me despertó y me di cuenta que amaba todo lo vintage”, relata Dinardo.
Y continúa: “Ahí empecé a interesarme por los zapatos vintage. A través de todo eso que me fue pasando, fui descubriendo el estilo de zapatos que quería hacer. Por eso mis productos tienen un estilo clásico, quizás Oxford. Yo previamente había tenido otro proyecto de ropa interior y mallas y no me había ido muy bien. Esa inspiración que me vino y esas ganas de hacer zapatos me dio un poco la fuerza de decir voy a intentarlo de vuelta, aunque me equivoqué la vez anterior me voy a animar a hacer un proyecto personal”.
Así, la creadora de la marca de calzado y marroquinería resalta que Merci Ramona es “una manera de decir gracias ya que desde el más allá me legaron señales que hoy me están haciendo ir por este camino y las entiendo”, y añade: “Ahí me cierra un poco la historia también. Sigo agradeciendo todas las cosas que me vienen pasando. Como tiene un estilo clásico, antiguo y mezcla con algunas cosas modernas también me pareció que era lo correcto”.