Con el fin de conmemorar la tradición gastronómica ancestral y reconocer a los primeros pobladores que introdujeron una forma diferente de cocinar en la región, Colonia Suiza volverá a festejar una nueva Fiesta del Curanto con diferentes actividades para la comunidad. Una celebración que nació hace más de 20 años.
Colonia Suiza celebra una nueva Fiesta del Curanto con muchos sabores y tradición
Una vez más, Colonia Suiza festejará su Fiesta del Curanto con diferentes propuestas para el disfrute de la comunidad. Todos los detalles en esta nota.
En este sentido, el evento se realizará el próximo domingo 17 de marzo y las actividades comenzarán a las 12:00 horas en el predio de la Feria Regional, donde se llevará adelante una de las cinco elaboraciones de curanto que estarán diseminadas por toda la Colonia, para que los visitantes tengan la excusa perfecta para recorrer el pueblo ubicado a 30 minutos de Bariloche.
Además, desde la organización adelantaron que habrá espectáculos musicales y opciones gastronómicas para todos los gustos. Una fiesta que pinta de sabores y tradicional a toda la Colonia.
Cabe señalar que, además del curanto, Colonia Suiza cuenta con una amplia gama de propuestas que invitan a residentes y turistas a disfrutar del espacio, como las caminatas para conocer las casas antiguas donde habitaron los primeros pobladores, quienes dieron lugar al primer asentamiento europeo en la región. Un destino que combina belleza y tranquilidad.
La tradición del curanto en Colonia Suiza
La misma se remonta a la llegada de los colonos suizos que se asentaron en la zona de la cordillera a fines del siglo XIX para dedicarse a la agricultura y ganadería. Su mayoría eran provenientes de Chile y fue desde ahí que se importó la técnica utilizada para la elaboración del curanto a la que se le atribuyeron características propias de la región Patagonia, como el reemplazo de los maricos por carnes de distinto tipo.
En concreto, el curanto es un método culinario para cocinar alimentos de todo tipo a unos 15 centímetros bajo tierra mediante el calor de las piedras, que se calientan con leña hasta llegar a la temperatura ideal. Posteriormente, estas piedras se reubican para dar lugar a la cocción de los alimentos que se cubren con hojas de maqui o nalca y se tapa con bolsas de arpillera húmedas y tierra durante una hora u hora y media.