China, telescopios y sospechas: el centro astronómico en Chile que preocupa a Occidente

El proyecto chino en el Cerro Ventarrones, Chile, genera inquietud por su posible uso dual científico-militar. Estados Unidos presiona y se reabre el debate sobre la soberanía tecnológica en América del Sur.

El Parque Astronómico Cerro Ventarrones, ubicado a 90 kilómetros al sureste de Antofagasta, Chile, surgió como una ambiciosa colaboración entre la Universidad Católica del Norte (UCN) y el Observatorio Astronómico Nacional de China (NAOC). El objetivo era claro: construir un polo de observación de vanguardia con telescopios de alta precisión, un centro de educación astroturística y un auditorio abierto al público. Sin embargo, lo que empezó como un proyecto científico, hoy se encuentra en el centro de una controversia internacional.

La ubicación del cerro Ventarrones, con un 85% de noches despejadas al año y a 2.800 metros de altura, lo convierte en un lugar estratégico. Pero esa misma ventaja es lo que hoy genera dudas sobre el verdadero alcance del proyecto: ¿es solo ciencia o hay un uso militar encubierto?

Estados Unidos en alerta: ¿telescopios o radares?

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En abril de 2025, el Gobierno de Chile decidió revisar el proyecto tras recibir advertencias de Estados Unidos, que expresó su preocupación por un posible uso dual del equipamiento chino. En particular, se cuestiona que ciertos telescopios podrían servir para monitorear satélites o incluso ensayos de misiles. En consecuencia, la Cancillería chilena abrió una investigación y congeló el avance de las obras.

Ante la polémica, China negó cualquier fin militar, defendiendo el carácter exclusivamente científico de la iniciativa. El embajador chino en Chile, Niu Qingbao, fue categórico: “El proyecto es puramente académico y se alinea con los valores de la cooperación internacional”.

Una red estratégica de instalaciones chinas en América del Sur

El caso chileno no es aislado. Forma parte de un patrón creciente de infraestructura espacial china en la región, muchas veces gestionada por organismos vinculados al Ejército Popular de Liberación (EPL). En Argentina, por ejemplo, funciona la Estación Espacio Lejano de Neuquén, operada por la China Satellite Launch and Tracking Control General (CLTC), con contrato de cesión por 50 años. También existen antecedentes en Venezuela y nuevas inversiones en Río Gallegos, bajo el marco de la estrategia china de “Fusión Militar-Civil” impulsada por Xi Jinping.

Incluso en Chile, la desconfianza no es nueva: en 2020, la empresa sueca SSC canceló su convenio con China por posibles casos de espionaje en otras bases, como la de Kiruna en el Círculo Polar Ártico.

La defensa del proyecto y el rol de la UCN

Pese a la controversia, la Universidad Católica del Norte defendió el proyecto y afirmó que se ajusta a la normativa chilena. Su rectorado destacó el impacto positivo en la formación de profesionales y en el desarrollo del conocimiento astronómico desde una perspectiva regional.

El convenio original, firmado en 2016, incluía tres fases:

Construcción del Campamento Base, con dormitorios, servicios y laboratorios.

  • Instalación de proyectos científicos en más de 30 lotes individuales.

  • Montaje de telescopios de gran tamaño en la cima del cerro, con la infraestructura asociada para su uso.

¿Soberanía científica o caballo de Troya?

La falta de transparencia inicial, la poca participación del Congreso chileno y la celeridad del convenio levantaron críticas sobre la gobernanza científica nacional. El caso plantea un dilema clave: ¿cómo garantizar la soberanía tecnológica en un contexto de disputa global entre potencias?

Fuente: ElArchivo