Cuando el invierno está en pleno apogeo y aún existe una gran afluencia de turistas en el famoso Cerro Catedral de San Carlos de Bariloche, llegó una gran noticia para la ciudad rionegrina. Si bien este se erige como el principal atractivo de la localidad antes mencionada, en las últimas horas se consolidó como el destino preferido por los entusiastas de los deportes invernales.
Cerro Catedral: gran reconocimiento a nivel mundial
El centro de esquí de Bariloche, Cerro Catedral, fue destacado a nivel mundial. Entérate de qué se trata.
Snow Forecast, una destacada página especializada en meteorología y pronósticos de nieve, ha otorgado un título impresionante al Cerro Catedral en estos días. Por su enorme demanda y la calidad de su producto, dicho sitio lo calificó como "el centro de esquí abierto más grande del mundo". En esta temporada turística, la ocupación en la ciudad de San Carlos de Bariloche alcanzó niveles cercanos al 100%, lo que refleja la gran demanda que ha tenido este emblemático lugar.
Catedral Alta Patagonia, tras realizar una significativa inversión, inauguró dos nuevos medios de elevación en esta temporada invernal: Ciprés y Ñire, que se suman a la moderna aerosilla Lenga, la cual fue inaugurada en 2022. En total, el Cerro Catedral dispone actualmente de casi 30 medios de elevación, con las Magic Carpet de la base, las que permiten a los visitantes explorar la inmensidad de la montaña.
Gran reconocimiento para Bariloche
Día tras día, jornada tras jornada, el centro de esquí de San Carlos de Bariloche emite informes detallados sobre los medios y pistas habilitados para ese día, en función de las condiciones de nieve y del clima. Este nivel de información proporciona a los esquiadores y snowboarders la tranquilidad de disfrutar de su experiencia en condiciones óptimas.
Una de las estrategias de mejora del Cerro Catedral se dio en 2022, cuando se implementaron mejoras en el sistema de fabricación de nieve y se incorporaron dos dispositivos OBell’X, un innovador instrumento para la prevención de avalanchas. Dichos dispositivos realizan detonaciones controladas de gases para generar desprendimientos controlados del manto níveo. Los mismos se instalaron en puntos estratégicos de la montaña, donde las condiciones de pendiente, exposición y acceso dificultoso los convierten en zonas propensas a avalanchas.