Estilo y tendencias

Celulitis, un desarreglo dérmico que gracias a la vanguardia en estética, se combate

 

Si hay un tema estético que ocupa a las mujeres por igual, ese es la famosa “piel de naranja”. Básicamente, está en la constitución misma del tejido femenino. Aunque claro, algunas veces aparece con tanta notoriedad, que se hace necesario pensar e revertirla, al menos un poco.

Por suerte, cada vez más centros especializados en medicina estética se plantean tratarlos, e incorporar gran aparatología para tratar sus consecuencias visibles no queridas. Un servicio muy demandado en la actualidad.

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Primero lo primero

La celulitis, trata básicamente del desarreglo externo de la piel y su textura debido al depósito de tejido graso en las áreas más clásicas del cuerpo femenino: piernas, cadera, abdomen y hasta en brazos, dependiendo de cada paciente.

Se estima que este inconveniente crece allí porque las mujeres tienen más adiposidad o están en vías de poder generarla. Se considera que prácticamente todas la padecen luego de pasar la adolescencia.

Los desencadenantes

los cambios hormonales y las subas y bajas de peso, son las bases certeras de su aparición. Así, hormonas como el estrógeno y la insulina incrementan el riesgo de producirla, y los desajustes en la alimentación, también, porque alteran la oxidación normal de los lípidos como energía y la circulación, y toxinas, colaborando con la piel de naranja y la flacidez.

Cómo tratarla

La eliminación de la adiposidad localizada con aparatología especializada es la premisa, al igual que empezar a tener una vida más saludable, asociada al ejercicio y la alimentación baja en grasas saturadas.

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Sin acceder bajo la dermis, no dejan huellas visibles ni provocan heridas ni consecuencias delicadas. Es el ideal y de tendencia, entre quienes quieren mejorar su aspecto sin someterse a cirugías ni dolores.

Así, según detalla la web de VG estética: las ondas de energía que se generan, impulsan una oscilación a nivel molecular, lo que produce el desplazamiento de las partículas con carga, originando la rotación de las moléculas de agua que se calientan. Dichas moléculas, disipan su energía a los tejidos adyacentes, los que al calentarse activan la microcirculación regional, lo que ayuda al drenaje del edema y de las toxinas acumuladas”.