Un proyecto de ley del diputado Raúl Podestá busca declarar la emergencia de la industria PyME en la provincia, con un esquema de beneficios fiscales y políticas de fomento para el sector
La iniciativa propone través de la Dirección General de Rentas una disminución del 50% de la alícuota sobre el impuesto sobre los ingresos brutos, la bonificación del 10% por pago en tiempo y forma del importe a abonar sobre el impuesto de ingresos brutos, una reducción adicional del 10% del importe a pagar sobre el impuesto de ingresos brutos para las Pymes que desarrollen programas de inversión y amplíen su planta de personal en un número mayor al 5%; un diferencial del 5% en la disminución del importe a pagar sobre el impuesto de ingresos brutos a aquellas pymes radicadas en localidades con menos de 5000 habitantes y el diferencial del 7% en la disminución del pago de ingresos brutos, para las cooperativas y empresas recuperadas provinciales. Para el caso de los nuevos inmuebles adquiridos o ampliados con fines productivos, en un porcentaje mayor al 30 %, prevé una excepción del pago del impuesto inmobiliario. También una disminución de un 30% en la alícuota sobre el impuesto de sellos y la devolución de saldos acreedores, de impuestos provinciales que no puedan ser compensados según la normativa vigente.
El proyecto contempla además, a través de la Fiscalía de Estado, la suspensión de la iniciación o tramitación de medidas preventivas o juicios, para el cobro de impuestos provinciales adeudados.
El legislador detalla que las pequeñas y medianas empresas se encuentran en una situación límite, en la cual, una de cada dos empresas está con vulnerabilidad económica, tal lo detallan referentes, por ejemplo, de la Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC). Se describía en junio desde la entidad que si no se declaraba la emergencia pyme en toda la Nación y se tomaban medidas para reactivar el mercado interno, en el marco de un segundo semestre, con recesión económica, se iniciaría un ciclo de despidos masivos de trabajadores por parte del sector.
Podestá reflexionó que la realidad es que hoy las empresas que abastecen al mercado interno padecen el aumentos de costos en dólares, de los insumos de electricidad y gas, falta de crédito a tasas razonables que están en el 45%, caída de ventas, y una incertidumbre económica que retrae la inversión. El cierre de empresas y la pérdida de puestos de trabajo industriales con el gobierno de Macri no ha cesado por lo que se busca con este proyecto, y con las propuestas de modificación al compre neuquino, presentadas hace dos semanas, acompañar a los pequeños y medianos empresarios locales en esta etapa tan complicada de la economía argentina.