Boca disputó la final de la Copa Libertadores ayer en Río de Janeiro y el Fluminense de Brasil le ganó por 2 tantos contra 1 en el alargue. El equipo de Almirón luchó ante su poderoso rival, que además contaba con el plus de la localía, ya que antes de que comience el torneo estaba pautado oficialmente que el partido decisivo se jugase en el Maracaná.
El partido no solo tuvo goles, también hubo tarjetas rojas, discusiones y peleas entre los jugadores. Lo más impactante, sin embargo, fue la masiva movilización de hinchas de Boca que, un par de días antes, colmaron las playas de Copacabana.
La previa contó con múltiples incidentes en la ciudad y los alrededores del estadio propiciados por la policía brasilera ante los hinchas que llegaban con anticipación y tranquilidad a colmar las tribunas de uno de los estadios más emblemáticos del mundo. El equipo argentino tenía la ilusión de ganar su séptimo trofeo continental y convertirse de esa manera en el más ganador del País destronando a Independiente.