Los centros de esquí de la Argentina no se resignan de ninguna manera a que se pierda la temporada de nieve, que suele extenderse entre julio y fines de septiembre según las condiciones climáticas. Aunque todavía falta, el anuncio de la suspensión de vuelos hasta el 1° de septiembre les cayó como un balde de agua fría, porque estimaban una posible normalización de la actividad turística entrado el invierno.
Bayo y Catedral no se resignan a que se pierda la temporada de nieve y apuntan abrir el 1 de julio
” Nuestro objetivo sigue siendo abrir el 1° de julio, como teníamos previsto. No me imagino una temporada que empiece en septiembre, sería una no temporada. De todas maneras y a pesar de todo nos vamos a preparar para salir a la cancha, aunque no sabemos qué partido vamos a jugar o directamente si vamos a salir o no. En las montañas se están haciendo los trabajos de mantenimiento previos, como se hacen todos los años”, explica Pablo Torres García, presidente de la Cámara Argentina de Centros de Esquí y presidente de Cerro Bayo en Villa La Angostura. “La vemos muy complicada, pero le vamos a dar pelea, vamos a tratar de brindar el mejor servicio posible.”
Desde la cámara están armando protocolos de seguridad contra el Covid-19, comunes para todos los centros, que incluyen en líneas generales cambios en las medidas de higiene, en la modalidad del rental, para evitar el acercamiento en la entrega de los equipos, también pulverizar bastones con antibacteriales y se les tomará la temperatura a empleados y esquiadores . También otras medidas específicas según cada actividad en la montaña, como un protocolo específico para la asistencia que se les brinda a los accidentados, la comida en los paradores, las clases en las ecuelitas de nieve para chicos, etc. Este protocolo lo van a presentar a las autoridades provinciales para su aprobación.
Además evalúan la compra en conjunto de materiales de protección para empleados, como máscaras, entre otros insumos.
Torres García reconoce que la situación es complicada, que van día a día diseñando diferentes escenarios posibles pero que la prioridad es preservar la salud y las fuentes de trabajo, con contratos temporarios que hay que cumplir y que se hace difícil afrontar, especialmente si no se abre la temporada.
Entre las variables de un futuro incierto, evalúan la posibilidad de abrir las montañas por sectores, según la demanda. Podría ser una temporada para el público regional y con suerte nacional. Sería difícil que puedan llegar extranjeros, habitués y sostenes fundamentales de las montañas argentinas. Las selecciones de esquí de diferentes países suelen hacer entrenamientos en las pistas argentinas.
“Por ejemplo, pensamos en todas las posibilidades para facilitar la posible llegada de visitantes a Cerro Bayo, hasta ayudar con el pago de la nafta, si no se puede llegar en avión, pero todavía todo lo que proyectemos es incierto, no sabemos que restricciones estarán vigentes en ese momento”, concluye.
Para llevar tranquilidad a los que ya compraron pases de venta anticipada en los centros de esquí que los ofrecieron, Torres García asegura que si no se dan las condiciones para abrir la temporada se podrán utilizar sin inconvenientes el año próximo, sin modificaciones en el precio .
Desde el Cerro Catedral, en Bariloche informan que van a hacer todo lo que esté a su alcance para poder dar servicio: “En este momento nos encontramos trabajando para poder comenzar con las tareas de mantenimiento y llegar en buenas condiciones al 1° de julio. Si las condiciones están dadas, abriríamos la montaña. Nuestra principal preocupación es mantener a todos seguros, a nuestros empleados, visitantes y proveedores. Todavía es muy pronto para tomar alguna determinación, pero nuestro esfuerzo está abocado en estar listos para poder abrir la montaña el 1° de julio con la mayor cantidad de servicios posible. De todas maneras, la decisión final será gubernamental y sanitaria”, explican desde el área de prensa del centro de esquí.(La Nación)