A sólo 40 kilómetros de la ciudad de Bariloche, a lo largo de la ruta nacional 237, existe una balsa gratuita que brinda travesía a los visitantes que desean cruzar el río Limay, lo que conecta las márgenes de Neuquén y Río Negro, específicamente en el kilómetro 1610 de esta vía. En la actualidad, un creciente número de turistas se siente atraído por la difusión de un secreto a voces: enclavado entre el río y el bosque, con majestuosas montañas en el horizonte, se encuentra un auténtico paraíso en la estepa conocido como Villa Llanquín.
Bariloche: un paraíso turístico a pocos minutos
A pocos kilómetros de San Carlos de Bariloche, se encuentra un destino impactante para descansar y relajarse.
Este pintoresco destino ofrece una diversidad de atractivos que no dejan de asombrar a sus visitantes. Desde la feria local con sus productos artesanales hasta los senderos ideales para caminatas o paseos en bicicleta, además de pasar por los rincones del río Limay, donde los pescadores pueden experimentar con su pasión, y la oportunidad de explorar el campo de lavandas que ofrece visitas guiadas. Junto con eso, se encuentran sitios de escalada como Las Piedras Coloradas, cinco campings, encantadoras cabañas y una acogedora hostería con restaurante.
Aquellos que deciden pernoctar en Villa Llanquín tienen la oportunidad de maravillarse con un espectáculo único: el impresionante brillo de las estrellas en el puro cielo de la Patagonia. A medida que este destino se ha vuelto más popular entre los visitantes, es importante recordarles que no existen circuitos turísticos predeterminados y que es esencial respetar las indicaciones de permanecer en los caminos designados, para evitar acceder a propiedades privadas.
Un extraordinario destino para descansar
Ubicada en el kilómetro 1610 de la ruta nacional 237, la Balsa Maroma es un punto de parada habitual para los conductores que se detienen a pocos metros de la ribera oeste del río Limay, donde de aguarda el cruce de sus vehículos hacia la orilla opuesta. Esta travesía en balsa opera de lunes a domingo, de 7 de la mañana a 9 de la noche y es completamente gratuita. También se puede acceder a Villa Llanquín a través de la ruta 23 hasta Pichi Leufú, se debe mencionar que este camino es de ripio y no se encuentra en las mejores condiciones.
Los fines de semana suelen ser una época particularmente concurrida, ya que numerosos residentes de Bariloche, Neuquén y los valles de Río Negro aprovechan para disfrutar de una escapada a este encantador rincón. Aquellos que son aficionados al ciclismo o desean llevar sus bicicletas pueden deleitarse con una popular ruta de mountain bike, conocida como la Vuelta del Arroyo Chacay, que abarca 60 kilómetros y ofrece una variedad de recorridos, desde las zonas más altas hasta las riberas del río Limay.
Villa Llanquín ha experimentado un notable crecimiento en su oferta turística en los últimos cinco años, especialmente gracias al turismo rural en vacaciones. Si bien desde hace tiempo los pescadores consideran este lugar como un destino de elección, el pueblo se ha destacado por su ambiente apacible y sus paisajes inolvidables, convirtiéndose en un destino de descanso cada vez más reconocido. Su cercanía a Bariloche aporta grandes números también en temporadas.