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Apertura de bares y restaurantes, un balance agridulce en Angostura marca que falta mucho para la verdadera reactivación

 

Comienzan a acumularse los primeros días de la nueva normalidad en la provincia Neuquén, un nuevo escenario en el que por ejemplo bares y restaurantes tienen permitida la apertura, pero con el seguimiento de un protocolo sanitario. Trabajadores del sector aseguran que el cumplimiento de la norma es destacable, aunque preocupa el caudal de público.

Diario 7 Lagos dialogó con diferentes gastronómicos de la localidad para conocer vivencias y pensamientos respecto de apertura signada por la preocupación. Mientras algunos se muestran conformes con lo facturado en los primeros días, otros muestran desesperación por no poder repuntar. También están aquellos que decidieron no abrir sus puertas en estas circunstancias.

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Lo que cabe destacarse que algunos recibieron asistencia económica del IADEP aunque no lo ven suficiente. El principal pedido se basa en la apertura del turismo al menos provincial para poder recibir personas de otras localidades.

Desde el restaurante La Tanita le comentaron a este medio que no tuvieron problemas con la aplicación de los protocolos y que la gente se mostró dispuesta a poder respetarlo. Sin embargo, el problema es que sumaron pocos cubiertos en los primeros días. Desde este local aseguran que el delivery todavía sigue siendo una opción al que la gente se vuelca en medio de la pandemia.

Otro de los locales consultados fue Viejo Fred y en este caso el panorama parece haber sido un tanto más benévolo o por lo menos eso describen.  “El primer día estuvo muy tranquilo, pero cada vez fue mejor, sobre todo en el horario de happy hour. Nosotros manejamos un público joven y la mayoría se acerca a esa hora, aunque también tuvimos gente al mediodía”, asegura Luciano, responsable de Viejo Fred.

En lo que refiere a los protocolos, el gastronómico aseguró que hay un buen cumplimiento de las normas por parte del público en general, acatando incluso el tema de poder hacer reservas previas para tener un lugar. Desde Viejo Fred aseguran que con nuevas propuestas como armar su propio sándwich o su propia picada, o descuentos por mes dependiendo del signo del cliente, son algunas de las armas con las que tratan de combatir y paliar la crisis.

Un escenario completamente diferente es que el que encontramos en La Caballeriza, otro de los reconocidos restaurantes de Villa La Angostura. En este caso explicaron que por una cuestión de costos decidieron no abrir sus puertas hasta el momento.

“Decidimos no abrir sobre todo por un tema económico, no hay gente dando vueltas. El mayor movimiento que se ve es en los bares o cafés, pero realmente estamos hace tres meses sin ingresos salvo la pequeña ayuda del Iadep que se fue en el primer mes. Estamos poniendo del bolsillo para seguir manteniendo a la gente”, destacó Diego, dueño de La Caballeriza.

Desde La Caballeriza explican que todos los gastos que implica mantener abierta toda su infraestructura no se condice con los pocos comensales que podrían recibir. “Tenemos muchos gastos, es preferible esperar a que se abra todo, a la mayoría la esta pasando eso. Nosotros tenemos un grupo de gastronómicos y nadie reporta que le está yendo bien”.

El empresario gastronómico hace hincapié en la necesidad poder abrir el turismo de manera local para recibir a vecinos de otras localidades. En el mientras tanto, “las perspectivas de apertura son muy lejanas”.

Sobre el final también vale la pena conocer la visión del reconocido gastronómico angosturense, Martín Páez, quien es miembro de la Asociación de Hoteles y Restaurantes de Villa La Angostura (AHyRVLA) y actualmente tiene cerrado su restaurante ubicado en el hotel Ona.

“Una gran parte pudo volver abrir las puertas y otro está analizando abrir estas semanas. Este mes tal vez es un poco para acomodarse, había algunos que necesitaban abrir si o sí por el tema de empleados y hay otros que vieron que todavía no les convenía”, aseguró Páez.

Según entiende, una de las claves pasará por el tema la extensión de horarios que hasta el momento llega a las 22hs. “La verdad es que corta uno de los turnos, es el corte clásico de un restaurante. Muchos están esperando que se extiendan”.

Páez explicó que “hay lugares donde se ven con mucha gente” y que obviamente depende también de la concurrencia habitual y la elección de unos lugares sobre otros por parte del público.

En lo que refiere a los protocolos, Páez hizo referencia a la restricción de mesas, uno de los puntos fundamentales para la apertura. “Hay lugares que decidieron cerrar la mesa y hay otros que los anularon, no le ponen sillas o con un cartel indican que no se puede usar, de esa manera crean un distanciamiento, pero es una problemática con la que inevitablemente vamos a tener que lidiar. Sobre todo para los lugares chicos”.

Cabe destacarse que con la representación de Leonardo Morsella, un grupo amplio de gastronómicos lleva adelante reclamos y pedidos para el sector en medio de la pandemia. El balance es un tanto agridulce en los primeros días con buenas y malas experiencias.