Hace dos semanas comenzaron sendos incendios en Aluminé, Neuquén y en Bariloche, Río Negro a partir de la caída de rayos en ambas zonas durante una tormenta eléctrica. A partir de ese momento se comenzó a trabajar para controlar los focos pero el fuego continúa avanzando y las condiciones meteorológicas no ayudan a que se pueda extinguir. Para complicar aún más el panorama, este miércoles y jueves se esperan fuertes vientos en la Zona del Quillén de Aluminé que podrían complicar el trabajo de los bomberos.
Aluminé: más de 4 mil hectáreas quemadas por los incendios
Desde hace más de dos semanas que los brigadistas trabajan en la zona del Quillén por los incendios que se provocaron en Aluminé y que preocupan a todos.
“Se espera una jornada de intenso trabajo para ver si se puede rodear lo que está muy activo, los focos más grandes, con máquinas, topadoras y gente. Hay que batallar con todo hoy porque estos días aumenta el viento y todavía no se sabe bien la dirección porque va cambiando”, indicaron brigadistas desde el lugar. Actualmente hay casi 200 personas trabajando en el Quillén para controlar el fuego.
En los lagos Steffen y Martin, ubicados a casi 70 kilómetros al sur de la ciudad de Bariloche, provincia de Río Negro, se vive una situación similar aunque desde hace más tiempo porque los incendios comenzaron hace más de 20 días en esta zona de la Patagonia. Al igual que en Aluminé, los incendios en Bariloche comenzaron a partir de una tormenta eléctrica y la caída de rayos. “Se pide que ninguna persona se acerque a la zona del incendio para no poner en riesgo su integridad física", solicitaron las autoridades.
Debido al avance de las llamas en la región, el gobierno rionegrino se prepara para una posible evacuación y dispuso un centro de servicios en la localidad de El Foyel. Como consecuencia del desfavorable pronóstico meteorológico para los próximos días, también se anunció la extensión del cierre total del ingreso al valle del río Manso inferior hasta el 1° de enero.