Uber, Airbnb, y la aparición de Co-workings alrededor del mundo con su respectivas comunidades son claros ejemplos del uso colaborativo y compartido de automóviles, viviendas y oficinas. Uber ha revolucionado el uso de los automóviles personales y el servicio de taxis mundialmente. Ha puesto a disposición de los consumidores y de aquellos personas que tienen un vehículo y tiempo disponible una plataforma que gestiona la oferta y la demanda de traslado urbano en ciudades de todo el mundo. Además, ha creado un entorno amigable y seguro para usuarios (viajeros) en el que los conductores realizan su mayor esfuerzo para obtener una buena calificación en la plataforma. Airbnb ha puesta disposición de los propietarios (de una vivienda) una plataforma que permite gestionar la oferta de alojamiento de una vivienda completa, de una habitación, de una cama o incluso de un sofá. Ahora los viajeros (turistas) puedan optar por alternativas y precios acordes a sus expectativas y necesidades. Co-Working o uso compartido de oficinas (o espacios de trabajo) es un concepto que está revolucionando el mercado de alquileres. Lo que empezó como una oportunidad de reducir costos fijos para pequeñas empresas, prestadores de servicios y emprendedores hoy, además de cumplir con esa primer finalidad, ha generado nuevas comunidades de negocios, networking y capacidades colaborativas. Al mundo, ahora, le le sobran menos butacas de vehiculo, habitaciones de casas y oficinas vacías. Así nos acercamos a la competencia perfecta, utilizamos mejor la capacidad instalada y protegemos el medio ambiente.
Estos tres casos, son sólo ejemplos emblemáticos, de la “sharing economy”, movimiento social, modelo económico, democratización del consumo que, como queramos llamarlo, ha venido para quedarse y para disrumpir cualquier proceso de consumo donde exista exceso de capacidad instalada, vocación de compartirla y tecnología para gestionarla. El desafío de la economía colaborativa es enfrentar la fuerza de los modelos económicos tradicionales y sus respectivas regulaciones corporativas.
La batalla generacional y cultural ya ha comenzado. El futuro es auspicioso. “Colaborar es y será un gran negocio”
Autor: Andrés Abate para Aintegra | Una consultora dedicada a la creación de valor en empresas y organizaciones con base en Villa la Angostura. Una propuesta profesional que tiene por objetivo contribuir en lograr empresas rentables, organizaciones eficientes y personas felices. ([email protected])