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Pondrán en valor la hostería Ruca Malén de Villa La Angostura

Autoridades provinciales y de la Universidad Nacional de la Plata firmaron hoy en el Centro de Convenciones de Villa La Angostura el proyecto ejecutivo para poner en marcha el plan integral de intervención para la restauración y refuncionalización del conjunto de edificios Ruca Malén de esa localidad cordillerana.

El proyecto de restauración fue diseñado por arquitectos de Villa La Angostura y aspira al aprovechamiento integral de su entorno natural para la realización de actividades recreativas, deportivas y culturales. El monto de inversión de los trabajos supera los 30 millones de pesos, fondos provenientes de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), gestionado por el Estado provincial a través de la Unidad Provincial de Enlace y Ejecución de Proyectos con Financiamiento Externo (Upefe). Las tareas estarán a cargo de la Universidad de la Plata, contratada a tal efecto por el Estado neuquino.

El proyecto ejecutivo costará 1,9 millones de pesos, mientras que el costo de la obra de remodelación es de 29 millones de pesos. El plazo para la finalización del plan de trabajo es el 30 de marzo de 2018. Días después debería comenzar la obra, cuyo plazo de ejecución es de 11 meses.

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La hostería, abandonada desde hace 40 años, está ubicada a la vera del lago Correntoso, en el circuito Siete Lagos y es uno de los lugares patrimoniales y turísticos más importantes de la Patagonia. Según un estudio de oferta y demanda elaborado por la cartera de Turismo nacional, en época estival la afluencia promedio es de 100 mil visitantes, dentro de un espectro anual de 480 mil visitantes.

El edificio original fue diseñado por el arquitecto Alejandro Bustillo en 1940. Fue, por mucho tiempo, uno de los monumentos de la zona junto con la residencia El Messidor en Villa La Angostura, el hotel Llao Llao y el Centro Cívico de San Carlos de Bariloche, obras enmarcadas en las políticas de Ezequiel Ramos Mexía y el Perito Francisco Pascasio Moreno.

Del acto de firma participaron el intendente de Villa La Angostura, Guillermo Caruso; el coordinador ejecutivo de la Upefe, Jorge Ferrería; y el decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de La Plata, Francisco Gandolfi.

Ferrería resaltó la importancia del emprendimiento “porque pondrá en valor un sitio emblemático para Neuquén, abandonado desde hace 40 años”. Al mismo tiempo, ponderó “las gestiones realizadas por Parques Nacionales, que respaldó toda esta propuesta desde el primer momento, y a la Universidad de La Plata, que aportará toda su trayectoria y su prestigio al dirigir las remodelaciones”.

Informó también que las tareas contemplan oficinas administrativas y un centro de información e interpretación que funcione como museo tanto de Bustillo como del Perito Moreno, de principios y mediados del siglo XX, como forma de mostrar a la gente qué hacían estos importantes personajes de la historia regional y nacional, para lo cual ya se avanzó en reuniones con el presidente del directorio de la Administración de Parques Nacionales, Eugenio Bréard. A la vez, se prevé un hostel que reciba a los turistas más jóvenes que transitan la ruta de los Siete Lagos.

En los años 1950 y 1960 el complejo Ruca Malen tenía mil metros cuadrados de superficie cubierta, con 74 camas y un comedor para 150 personas. El nuevo proyecto plantea un abordaje en tres bloques diferenciados.

El bloque A corresponde al edificio que se encuentra en mejor estado de conservación y sólo requiere de una puesta en valor sin modificaciones estructurales ni formales de intervención inmediata. Para este bloque se estableció un uso de carácter educativo vacacional del tipo planta campamento, tanto para estudiantes como para adultos mayores.

El bloque B se plantea en una segunda etapa, ya que es el que se encuentra en peor estado de conservación edilicia, pero es el más rico en cuanto a las características arquitectónicas del sistema constructivo en madera de comienzos del siglo XX en la zona. Para este bloque se propone un museo interactivo que potencialice el uso del complejo, con obras importantes en la estructura que garantice la seguridad del edificio.

Por último, el bloque C conservará su uso como espacio de servicios gastronómicos para 150 personas, pero reacondicionado mediante intervenciones de carácter formal. Respecto de las habitaciones ubicadas en la planta alta, se propone el destino de hostel a fin de no modificar la estructura exterior. En los tres bloques se incorporarán sistemas alternativos de iluminación, calefacción y tratamiento de efluentes.